De nuevo baile de corrales, sin criterio alguno por permitir la presencia de varias raspas sin cuajo ni remate en el ruedo además de la flojedad, descaste...ya habitual en este hierro, qué sin saber porque repite año tras año, debe de ser un ofertón económico para los jetas de la empresa que siguen enterrando bajo el lodo al nivel que hace que nuestra plaza no sea una plaza de pacotilla sino de tal categoría como debe ser la primera del mundo. El desarrollo de la corrida en sí no merece hacer mucho incapie pues la denuncia está ya hecha; destacaremos brevemente la actitud de los de luces y el pésimo juego del ganado en líneas generales. La parte positiva la ha dejado Macías que ha venido a confirmar a por todas, y con ganas de entrar en quites, tras luchar contra viento y marea en el primero de la tarde(uno de presentación adecuada) y ser cogido en sendas volteretas al intentar sacar los pases que tuvo la res en los terrenos de tablas más próximos al 5 y 4, dónde el viento es menor; faena ésta de confirmación que brindó a Corbacho, el cúal sigue en su factoria creando toreros de corte tomasista como le hemos visto a Arturo, más en una línea diferente al animado torero mexicano, el que deja pinceladas de variedad y buen manejo de capote y otros adornos diferentes con la muleta. De mucho mérito haberse ido detrás de la espada y volcarse en el morrillo entrando recto dejando una buena estocada, por la cúal devió saludar una ovación que nadie animó a que lo hiciese, volviendose a perder un reconocimiento distinto al de apéndices. Sin duda lo mas importante su disposición también ante un inválido pero toreable sexto del que pudo sacar algo más. Eso y la buena labor del mayoral de plaza en la enseñanza de los berrendos en colorado que recogieron a uno de los inválidos junto a dos pares de El Jaro y poquito más. Para que hablar de los demás lidiados si ya está todo dicho y mencionar de la actitud de ambos matadores con cierta desidia por encontrarse ante el ambiente hostil creado por un ganado tan ínfimo, ya saben para otro año a la que no deben apuntarse, porque aquí no cuelan los cuidados enfermeriles de mano a media altura sin llevar largo rematando a fuera, o la infinidad de colocación al hilo y muy fuera como hemos podido ver ante auténticos borregos lo cúal deja mucho que decir de sus lidiadores. Aunque el ganado fue el que fue, Jiménez ha podido hacer bastante más con el remiendo que hizo quinto, que por cosas de la suerte no ha caído en manos de un toricantano al que hubiésemos querido observar con toro. El único animal aprovechable y que habría podido trasmitir algo más al tendido, pero bueno volvimos a casa con ganas de descanso ya que mañana ya nos lo merecíamos, y con toda la certeza de que con corridas malas se aprende más que con buenas...así saben los asiduos de Madrid todo lo que saben; ¡normal!
Y esto le pregunto al del título:
¿pero levantaremos, o al año que viene nos vuelven a anunciar este hierro?
No hay comentarios:
Publicar un comentario