lunes, 17 de julio de 2017

Escolar puso broche en una tarde con dos Tíos

En conmemoración de los 30 años del inicio de celebración de ferias en Ceret organizados por la Adac, se dio cita un mano a mano entre Robleño y Alberto Aguilar, con toros de una divisa talismán para el coso como es José Escolar. Lidió una corrida desigualmente presentada y de buen juego para la muleta en general, con cuatro toros que permitieron triunfar, dos de ellos con buena nota en varas; y los otros dos, de gran dificultad manteniendo interés y dejando muchos matices. Faltó que la corrida se hubiese picado y medido más en varas, pues se picó más trasero de lo habitual en Ceret, recargando además en el castigo, algo que no va precisamente a favor de la buena evolución del toro, tal comohabitualmente aquí suele hacerse. Los dos espadas dieron la cara y lucharon por no quedarse atrás uno del otro, siendo una pena que no tuviese suerte Robleño a espadas.

Confitero abrió la tarde, un toro serio por delante, pero demasiado vareado de carnes. Fue recibido con unos buenos lances de Robleño que remató con dos medias, antes de que tomase un primer puyazo algo trasero del que costó sacarlo; un segundo algo caído en el que no le pega mucho mientras el cárdeno se quedó a dejarse pegar. La tercera la tomó fijado de largo, más allá de los medios, tras tardear, muy bien provocado por Israel de Pedro, que consiguió que acudiese al paso. Solo señaló y salió en tanto le sacaron. Saludó Jesús Romero tras cuadrar bien en la cara con las frías, destacando tambien la buena brega de Rafael González ante un burel pronto que se desplaza. Torerísmo inició Fernando por bajo, llevándolo enganchado con largura, estando genuflexo, antes de continuar con una buena tanda por el derecho, ligando los muletazos tal como ocurrió con la zurda, muy bien con el toro por ambos pitones. Se gustó ademas en los remates, habiendo aprovechado una embestida buena, noble y exigente, con buen punto de trasmisión. Alargó la faena hasta que le fue costando al cornúpeta, pinchando en una primera ocasión en la que le rompe el estaquillador, dejando a contibuación una estocada baja.  Ovación cerrada para ambos, tanto para el encastado morlaco y con buena nota muletera; como para su valiente y dispuesto diestro.

Castellano I fue el jugado en segundo lugar, un ejemplar rematado y con morrilo, que fue recibido con una ovación. Alberto Aguilar lo recibió bien, pues el morito salía suelto de los lances, más que revolverse sobre las manos haciendo honor a su procedencia. El primero fue un buen puyazo en el que se queda a dejarse pegar, costando sacarlo. Costó fijarlo para la segunda, destacando en esta labor con nota Iván Garcia al buscar el cárdeno los capotes en una de las ocasiones, dejándolo bien colocado sin apenas tener que instrumentar capotazos, pero el toro mostró que no queria ir, destacando de nuevo el de Móstoles,  dejándolo en suerte con eficacia, antes de sucederse un buen puyazo de David Prados, que optó por picarlo al saber que no acudiría una tercera con lucimiento. En banderillas mide y gazapea, agarrado al piso. Un gusto ver a Iván Garcia con el capote, corriendo para atrás y bregando. En la muleta el burel busca y no humilla muy complicado, estando bien con él Aguilar, que logró ligar toreando sobre las piernas, habiendo emoción en la plaza, pues no tardó en localizarle, colándose para cogerlo, muy reservón y toma el estoque, utilizándolo tras machetear a petición de varios aficionados que conocen la lidia que entendieron las condiciones del toro, exigiendo tal como debe ser, en función de las mismas. Lo cazó el coletudo con habilidad, de estocada corta atravesada, teniendo que descabellar. Manso con peligro que obtuvo división en el arrastre, pues parte de la afición reconoció casta y sentido, dificultades. Silencio obtuvo el diestro.

En tercer lugar se esperó con ilusión por reata y tiempo pasado a Chumbero, un pájaro de buena presencia y en tipo. Bien Robleño con el capote, pese a como se revuelve la res, que tomó una primera vara algo trasera en la que cumple; quedando la segunda en buen sitio tras acudir de largo antes de buscar un poco los capotes; acometiendo a una tercera tras cruzarse y fijar bien su mirada en él el picador, qud marró rectificando a buen sitio, mientras el toro se quedó a dejarse pegar, costando sacarlo. Bien con los avivaodores anduvo Miguel Martín, que tuvo qur saludar tras parear a un toro pronto y con pies. Ya en la muleta inicia Robleño en los medios, dispuesto enseguida con la diestra, ligando entendiéndolo bien las dos primeras tandas, hasta que en uno de los pases le ve el astado y le busca. Pero aún así siguió el espada confiado, cambiando  al pitón izquierdo, antes de volver de nuevo al derecho, manteniendo la ligazón y conexió con el público ceretano. Regresa al izquierdo ayudándse bien con el toro, dándole tiempos provocándole la embestida. El viaje era corto y no muy humillador pero supo aporvecharlo antes d finalizar con un pinchazo trasero, al que siguió otro; previo a dejar una estocada corta tendida, teniendo que descabellar y sonando un aviso.  Palmas en el arrastre para este Chumbero, del que tanta fjereza lodía esperarse, siendo finalmente justo de casta y a menos, aunque sin mansear. Ovacion para el coletudo.

Camionero salió y dejo su sello con un impresionante boquete en uno de los burladeros, sin hacerse ni una astilla en el pitón, previo a que Aguilar lo recibiese bien con el capote. Empujó el astado sobre un pitón en la primera buena vara, romaneando y buscando los pechos del caballo. La segunda se fue un poco más trasera, dejándose pegar el astado, que cumple. Acudió pronto a la tercera iniciando al paso su acometida y trotando finalmente pero el picador no se agarró, aguantando con valor el choque. Salió suelto en tanto le citaron. Mala lidia en el segundo tercio, con un desarme y también mal banderilleado, perdiendo tiempos. Añadir que el toro esperó y el mejor detalle fue ver a Iván Garcia sujetando al burel sin tocarlo simplemente asomado fuera del burladero, estando el animal fijo en él, sin que rematase ni una sola vez. Buen toro para la muleta humillador y noble, con codicia en seguir el engaño y repetir. Bien Alberto Aguilar, muy asentado y firme, gustándose en una faena larga por ambos pitones, llegando lo mejor con un pase de pecho genuflexo y sus naturales de frente. Buena estocada corta un punto contraria, que dejó el toro rodado. Oreja y ovacion tras petición vuelta para el toro, no accediendo la presidencia. Camionero fue encastado y noble, de nota en la muleta y en varas.

El corrido en quinto lugar fue Madrileño, un pavo veleto, avacado de cara y de cara muy fina, de gran trapío y el más albaserrada. Remató con saña en el burladero,  siguiendo un buen recibo. En la primera vara, en corto, marra y se agarra trasero el jinete. Para la segunda lo tienen que acercar porque tardea desde la distancia, como ocurrió para la tercera, que de largo escarbaba. Tuvo que meterlo al relance, y le dieron fuerte; pese a lo reservón y medidor que estaba se empleó sin embargo en el caballo. En banderillas fue complicado, le dejaron los palos a base de muchas pasadas a la media vuelta, clavando a sobaquillo. En la muleta busca desarrollando sentido enseguida, Robleño intentó que siguiese el engaño y su empeño tuvo recompensa al conseguir que se tragase alguno llegando al tendido su esfuerzo, estando muy bien con el morlaco, reservón y encastado, muy medidor y con peligro. Estocada caída tras pinchazo, una pena que no matase pues se tiró decidido y derecho. Silenciado en el arrastre entre alguna palma. Ovación e intento de vuelta del diestro, que conoce bien la plaza e iba a meterse al burladero, pero le incitarion los peones, quedando mal tener que interrumpirla y volver al callejón al iniciarse las protestas. Estoy seguro que de no haber pinchado o incluso con estocada en su sitio tras el pinchazo si hubiese podido recibir tal premio.

Sevillano cerró la feria, quizá el de menor presencia del encierro, un punto playero de pitones. En el recibo se vuelve sobre las patas delanteras como es propio en una parte de su procedencia y pese a que Aguilar le va sacando a los medios, el astado le gana terreno venciéndose y le arrebata el capote. Primera vara fuerte, algo trasera a la que acudió al relance y en la que empuja debido a que le tapan la salida. Segunda bien fijado, mete la cara abajo mientras recibe un puyazo algo trasero. Tomó una tercera emocionante desde el tercio contrario, acudiendo muy pronto; en la que le arrean trasero y fuerte, cambiándose el tercio. Buena nota del toro en el tercio de varas en cuanto a bravura, si bien faltó poder, como ocurrió con el cuarto. Ovacionado Iván Garcia con los rehiletes, aunque no quiso saludar. Quizá se fue algo caído uno de los pares pero estuvo muy bien, y también Raul Ruiz en la brega, ante un burel pronto y repetidor. Inició faena pasándolo por alto, cogiendo enseguida la diestra en el tercio, muy firme, para seguir ligando muchos pases a una embestida humilladora, pronta y exigente, estando muy bien con él. El pitón izquierdo era más complicado, pues tiraba arriba la cara al final del viaje, consiguiendo con buen hacer y valor que la siguiese bajando algo más la cara en dos muletazos, regresando tras probarlo al pitón derecho, por donde siguió ligando los muletazos, con el toro ya avisando los defectos de colocación. Muy bien continua el madrileño y le piden desde el tendido una tanda con la izquierda, ya en el remate de su faena. El diestro miró e hizo gestos de dificultad, pero no dudó en complacer y hacer el esfuerzo, consiguiendo darla ayudado y llegando al tendido con una conexión brutal al ser atención a lo solicitado. Buena estocada y ovación de clamor con la plaza entregada, rodando el toro enseguida al citarlo el coletudo con la muleta, desplomándose a sus pies. Oreja y premio de la vuelta al ruedo, más entiendo en reconocimiento al conjunto de la corrida que al astado, siendo quizá un poco excesiva, pues el toro tuvo buena nota en bravura pero faltando quizá el punto de poder y fiereza que se exige en esta plaza. Acompaño el mayoral al diestro en su salida a hombros, tras haber salido a saludar merecidamente, dando a continuación una vuelta al ruedo ya excesiva, acompañado del espada, pues no quiso el de corto darla sólo pese a la invitación del diestro.

Rubén Sánchez.

sábado, 15 de julio de 2017

Un terrorífico Ruiseñor

Para el tercer festejo de la feria ceretana se anunciba un encierro de Saltillo, excepcionalmente presentado y que tuvo un comportamiento manso en general, faltando mucho fondo, viniéndose todos abajo en el último tercio e incluso algunos antes. Tuvo peligro en determinados pasajes, dejando muchos matices. El segundo tuvo que ser sustituido por un sobrero de Hdros. de Christofer Yonnet.

En primer lugar salió Vendaval, todo un señor de presencia, con un gran morrillo, muy compacto, un toro de una pieza coronado con dos leños imponentes y astifinos. Algo abanto en un principio, brincó con peligro en los lances de recibo, tirando gañafones. En varas acudió de largo a la primera, algo caída, en la que cumple; a la segunda acudió sorprendiendo a Gabin Rehabí, que se agarró como pudo y luego le buscó la culata. Tercera desde los medios a la que acude saliendo a buscarlo el jinete, cumpliendo el toro con la cara a media altura mientras tomaba un puyazo algo trasero. Cuarta desde los medios, tardea y sale con valor el piquero a buscarlo, se agarra trasero y es desmontado de su silla, casi cae al suelo al haber perdido ambos estribos, sin apoyo alguno para poder regresar a su montura, quedando en el cuello del caballo, teniendo incluso que apoyarse con la mano en el lomo del astado mientras le buscaba y apretaba por el lado izquierdo, ante la pasividad de Sánchez Vara y su cuadrilla, que estuvieron tardos en quitar a la res. Para dar órdenes al picador estuvo muy firme el director de lidia, quizá no tanto para socorrerlo. Banderillea el matador, primera pasada en falso, poniendo después los pares en la cara, buscando bien los terrenos, cuadrando hacia las afueras y no a los adentros, donde apretaba más. Sánchez Vara inició su faena a la defensiva, guerreando con el toro, tratando de ir alargando su viaje con suavidad pero con las precauciones lógicas, quizá demasiadas, a una embestida con un viaje muy corto y acompañada de gañafones bruscos. Pinchó tras ponerse al natural y no lograr lucimiento, pues a las dificultades se sumó el viento. Ovación al toro, encastado y poderoso, con peligro. Silenciado el diestro.

Capucherito fue el segundo, y si compacto era el primero ojo al remate de este y a su presencia. De nuevo la historia de ayer, le hacen rematar y se destroza el pitón, además se lastima de atrás tras. Dos entradas al caballo lamentables con un picador que ni supo dominar su montura ni tuvo el valor para aguantar encima del palo cuando el toro cabeceó, por no hablar de su punteria como varilarguero. Fue devuelto por la presidencia entre la incomprensión de Pérez Mota y la chulería del peón que reventó el pitón, desatando la correspondiente bronca.

El sobrero fue de Herederos de Cristopher Yonnet, numero 7, aunque lucía un 07 en el costillar izquierdo, que salió con pies y pegajoso en los lances, enganchando las telas con su cabeceo, algo que se vio acrecentado al unirse a la falta de temple de su matador. Tomó un buen primer puyazo al que tardeó, recargando bien en la pelea. Le costó ir a la segunda entrada, en la que se le arreó fuerte en buen sitio. En banderillas se mostró muy aplomado, costándole arrancarse hacia los de plata, de ahí que varias pasadas fuesen en falso. El astado en el inicio le tiró un gañafón por alto, llegándole a simple vista a la zona del cuello, tuvo claro que no queria ir a coger la muleta. Se retiró el gaditano a la enfermeria, despachando Sánchez Vara de bajonazo a paso de banderillas, levantándolo el tercero al cachetear. Silencio en arrastre.

Jilguero fue el tercero, también imponente este número 11, que se volvió incluso a rematar a la puerta de chiqueros a la que la cerraron, astillándose el pitón al rematar en uno de los burladeros, de nuevo citado por un banderillero. Blandeó en los lances de recibo y tomó una vara caída, en la que peleó sin mucha pujanza. No así en la segunda, a la que acudió pronto de largo y empujó con fijeza y desplazando la cabalgadura en un buen puyazo delantero, tal como el tercero, al que tardeó más y del que salió suelto. Hizo Gómez del Pilar un quite lucido por navarras rematado con serpentina antes de que midiese y esperase el morlaco en banderillas, haciendo hilo a los adentros, poniéndoselo muy dificil a los rehileteros. En la muleta estuvo aplomado y a la defensiva, tirando gañafones. El diestro lo intentó con disposición, sin terminar de confirarse, hasta que parece que se confió y le perdió la cara, arrancando hacia él en dos ocasiones el astado, librandose gracias a la rapidez de su cuadrilla para cortarlo. Apenas un par de adornos por abajo y dejó un  pinchazo hondo caído, escuchando un aviso, dejando a continuación una media estocada bien agarrada, en todo lo alto. Descabelló con dificultades a este encastado, manso y complicado por reservón, que fue silenciado en el arrastre, al igual que el coletudo.

Bravío, como aquel célebre del Conde de Santa Coloma, se llamó el lidiado en cuarto lugar. De nuevo astillado al ser citado a rematar a un burladero, antes de repetir con pies en el recibo, revolviéndose a cada lance. En las dos primeras entradas no se le picó, por no lograr agarrarse el picador y aguantando sin echar el palo como apoyo mientras empujaba. Fue en la tercera en la única en que se le recetó un puyazo, que cayó trasero tras rectificar, pues señaló caído. El astado cumplió en las tres aunque sin meter riñones, pues solo levantó la cabalgadura en el choque, sin continuar empujando, a pesar de no tener el palo encima en las dos primeras. Quitó Sánchez Vara a la verónica, antes de iniciar e tercio de banderillas junto con Raúl Ramirez, que hizo el salto de la garrocha. La primera pasada fue en falso, pues el astado le espera, arrancando a por él d plata con la garrocha en la mano cuando se encontraba ya a muy corta distancia, logrando escapar con un recorte. Ya en la segunda entrada logra hacer el salto aunque le voltea el toro, pues de nuevo le esperó reservón y tuvo que saltar practicamente para provocarlo, tirando el toro la cara alta y cayendo el saltador de mala manera sobre el albero, pues al golpearle le desequilibró. Cuadró Sánchez Vara en la cara con mucho mérito el segundo par, teniendo que tomar el olivo y barbeando el toro tratando de engancharlo, en una instantánea impresionante. El tercer par lo puso al violín de dentro afuera, con mucha exposición, recibiendo un gañafón en el pecho, poniendo en pie parte de la plaza que le tributó una reconocedora ovación. En la muleta el astado pareció desplazarse hasta que enseguida perdió las manos y se defendió costándole embestir. Además Sánchez Vara le acortó las distancias, agravando el defecto. Mató de buena estocada, dando por ello la vuelta al ruedo tras una leve petición de oreja. Duro de patas el saltillo, que se levantó tras haberse echado, con el estoque en lo alto, fue para lo único que reservó fuerzas y casta. Fue despedido en el arrastre con leve división,predominando los pitos.

En quinto lugar se jugó Salador, un buen toro de presencia, aunque sin sobresalir como sus espectaculares hermanos anreriores. Pérez Mota lo recibió con un buen ramillete de verónicas, con el apósito en el cuello, en la herida. Se vivió un tercio varas vibrante; ya en la primera cayó el caballo tras acometer el toro, romanear y repucharse, perdiendo apoyos el jaco y quedando Óscar Bernal totalmente descubierto, en el lado derecho del caballo, frente al toro, en un angustioso lance del que salió como pudo tirando la vara al toro y tomando el olivo tras incorporarse. Pese a todo no fueron capaces de llevarse al pavo de la jurisdicción del caballo caído, pues se frenó mucho y acometió al mismo, volteándolo y pudiendo haber preparado una carnicería que afortunadamente quedó en cornadas que fueron contra el peto y no contra zonas desprotegidas, llevándose colgada en el pitón la funda de la montura. Ya con el caballo levantatado se subió Bernal con presteza pues el toro seguía sin estar sujeto y amenzaba acometer, montándose aún sin estar la funda puesta sobre la silla, poniéndola a continuación, segundos antes de citar para una segunda entrada, en a que en un puyazo trasero empujó con poder, metiendo al equino contra las tablas. Cerró el tercio con una tercera, tras escarbar mientras tardeaba en los medios. Se agarró el charro en buen sitio y el saltillo romaneó y buscó el costado izquierdo, cogiendo en su empeño al caballo por los pechos, aguantando y defendiendo muy bien a su cabalgadura Óscar Bernal, que ademá toreó a caballo en todos los cites, luchando porque arrancase para una cuarta entrada a la que tardeó mucho desde los medios, cambiándose el tercio. Ante los de las frías fue muy complicado, totalmente agarrado al piso, teniendo que llegarle mucho tanto en la brega como en los pares. El primero fue de gran exposición, con el toro cerrado en tablas, y el tercer par en la cara, tirándole un gañafón, tuvieron gran mérito, saludando por ello el de plata pese a ser este último par practicamente a la media vuelta y a quedar los pares caídos, fruto de la exposición que supo captar la afición. En la muleta el astado se apagó, defendiéndose, ante un Pérez Mota que se limitó a estar por allí poniendo la muleta desconfiado a los tornillazos que le iba pegando el morlaco por ambos pitones. Lo mató de una buena estocada tras pinchazo, un punto contraria. Ovación en el arrastre para un astado sin fondo, yo diria de estilo vazqueño, pues se dejó todo en el primer tercio, apagándose a partir de este, y quizá ni eso, pues no tuvo para la cuarta entrada y aquellos eran explosivos en prontitud hacia el caballo. Silencio para Pérez Mota.

Ruiseñor fue corrido en sexto lugar, de preciosa estampa y mirada muy afilada. Se paró tras los primeros compases, pegando un arreón de un momento a otro en el que desarmó a Gómez del Pilar, que tomó el olivo. Desorden total el vivido en varas, pues más de cuatro puyazos fueron recetándose por parte del encelado Pepe Aguado que con saña le fue buscando cuarteando desde tablas por más de la mitad del anillo, pues tras la primera entrada a la que se fue al relance, sin que Pérez Mota hiciese gran esfuerzo por sujetarlo, salío huído el astado, disponiéndose con saña el varilarguero a buscarlo desde las tablas citándole, entrando y saliendo en varias ocasiones el burel, sin hacer caso alguno de las órdenes de su matador y totalmente obsesionado con reventar al toro a puyazos, como si ahormar al toro que no se emplea consistiese solo en hacerle boquetes, y sin la pericia y oficio que requiere el saber tapar la salida para que se ahormen empujando estos mansos encastados que no se emplean en la pelea, pues podrá decir el piquero que él aguanta bronca y multa con tal de no dejarlo a su matador sin picar, pero lo dejó sin ahormar, que es el objetivo final de picarlo además de que pueda verse la bravura del toro. Ya con el picador más calmado lograron entre del Pilar y Sánchez Vara que obedeciese y regresase a contraquerencia, entre una bronca espectacular y bien merecida, pues lo realizado fue una vergüenza total, digna de calabozo. Allí tomo dos puyazos de largo, sin tapar salida para que empujase, agarrándose trasero y arreando estopa sin miramientos, habiéndose visto entretanto los pies que tenía haciendo hilo y lo fiero de su embestida, teniendo que tirarse de cabeza al callejón el peón de brega, llegando muy apurado al cerrarlo en un burladero. Ya en banderillas carreras y saltos al callejón, pues el toro impone verdadero terror, tratando de resolver la papeleta a la media vuelta o de una en una, optando el palco por cambiar con dos palos tras varias pasadas, ante la falta de lucimiento y el peligro evidente. Antes incluso de pegar el primer muletazo, ya se ovacionó al diestro toledano por decidirse a ir hacia semejante y pavorosa fiera; y la actuación tuvo mucho mérito, pues se pusó a intentarlo logrando incluso algún pasaje, que por mínimo que fue, llegó a los tendidos como si del mejor muletazo se tratase. Todo lo que ante Ruiseñor se hizo tuvo una importancia tremenda, pues tuvo a la plaza en vilo. Tras probarlo e intentarlo incansable por ambos pitones y entre la cantidad de sustos, pues en todos le buscó con brusquedad, mató de una estocada muy tendida sin haber terminado a mi entender de machetearlo de pitón a pitón para que descolgase, teniendo que descabellar. Manso encastado terrorífico que fue despedido con división y que será dificil de olvidar por la sensación de miedo que me llegó, a pesar de estar en el tendido. El joven espada fue sacado a saludar, recogiendo una ovación fuerte, disponiéndose a dar una vuela al ruedo que no me hubiese molestado, pero que tuvo que interrumpir por las protestas.

Rubén Sánchez

Interesantes novillos del Raso de Portillo y un dispuesto Maxime Solera

Con quince minutos de retraso dio inicio la novillada de la feria ceretana, pues debido al atasco que se forma en la carretera de acceso al pueblo, uno de los actuantes, Garcia Navarrete, sufrió retraso. Amenizó la Cobla con sardanas antes de entonar Els Segadors y tras el paseillo se escuchó la primera ovación al sacar un aficionado una pancarta que rezaba "Catalunya es Taurina".

Se anunciaba una novillada del Raso del Portillo, que en general mostró mansedumbre y un buen nivel de casta teniendo sus matices, dando para analizar y por tanto creando interés.

Tablero fue el lidiado en primer lugar y no dudó en hacer honor a su nombre reventando con ímpetu uno de los tableros de los burladeros. Apretó a los adentros en el recibo, saliendo algo desentendido tras el remate, buscando las tablas. Hizo hilo al tratar de dejarlo en suerte tanto el novillero como su lidiador, tomando finalmente un puyazo delantero en el que echó la cara alta e hizo sonar el estribo, saliendo suelto. Para la segunda vara se le colocó más allá del tercio contrario, tardeando el astado pese al buen hacer del jinete. Acudió finalmente al paso, medio trotando finalmente y se le picó en buen sitio, cabeceando sin emplearse el burel. Tomó una tercera tras tardear, saliendo a buscarlo el picador, sin destacar la pelea pero viéndose hacer bien las cosas desde la montura. En banderillas tuvo que saludar una ocasión más Fernando Sánchez, que citó andando y clavó en la cara saliendo con toreria. La faena de muleta tuvo poca historia, la embestida no humilladora, echando la cara alta y siempre reservándose se juntó con la poca voluntad de Mario Palacios que se limitó a acompañar a media altura, sin tratar de someterlo y mandar sobre él. Mató de media estocada atravesada tras un pinchazo, soltando la muleta. Ovación para el astado a su casta, pues aunque manseó vendió cara su vida. Silencio para el espada.

Por segundo salió Zahorí, que humilló en el recibo capotero de Garcia Navarrete, haciendo también astillas en los burladeros, antes de tomar dos varas, a las que tardó en acudir y en las que empujó con la cara a media altura, aunque con poder en ambas. La segunda se fue trasera y tapó Francisco Plazas la salida, escuchando bronca. Pidió el coletudo que se cambiase el tercio, aunque visto el comportamiento hubiese estado bien ver la pelea en una tercera. En banderillas destacó Fernando Téllez ante la prontitud del astado, que cortó e hizo hilo, siempre fijo. Con la muleta vimos un buen recital de suavidad y temple, tratando de llevar una embestida también templada y suave del astado pero de muy corto viaje, faltándole final. Estocada tras tres pinchazos. Ovación en el arrastre y silencio.

Maxime Solera recibió a portagayola a Tabanero, que mostró cosas muy buenas en el recibo, humillando y siguiendo los vuelos con codicia, así como en las tres entradas al caballo en las que estuvo desafortunado Pepe Aguado, señalando trasero y caído en dos de ellas, tapando además la salida, a un morlaco que tardeó pero cumplió sin más en la pelea. En banderillas cambió, se fue orientando hasta llegar a la muleta sabiendo perfectamente donde estaba la muleta y donde estaba el torero, tratando con esfuerzo de tirar de él sin recompensa el francés, pues el astado solo le buscaba en cada una de sus acometidas. Lo peor de todo es que el animal buscó, teniendo peligro, pero sin fiereza, con cierta sosería, aunque afortunadamente al ser una de las pocas plazas con un plúbico mayoritariamente compuesto por aficionados, se supo ver el peligro que había y reconocer la labor intentándolo. Estocada bien ejecutada, algo tendida. Descabelló. Silencio para el diestro y palmas en el arrastre.

Palurdo fue el lidiado en cuarto lugar, cárdeno de capa y muy rematado, cuajado de carnes y con seriedad. Clavó las puntas en tablas y en varas tomó tres puyazos fuertes, tardeando y buscando su distancia, incluso frenándose ante caballo, buscando alguna excusa para no terminar de ir, como la posibilidad de que algún capote se moviese a su derecha; teniendo que avanzar el jinete a buscarlo, sin que la pelea fuese a mejor, llegando a repucharse en la tercera. Bien con las frías de nuevo Fernando Sánchez. Al inicio de faena, el cornúpeta tiró un gañafón con el pitón derecho que estuvo a punto de coger al novillero, pasando a estar a partir de entonces más desconfiado y a la defensiva, pese a que por el pitón izquierdo toma por abajo la muleta. Pero hacía falta mucha firmeza para aguantar y tragar en el sitio citar con el vuelo por abajo y llevar la embestida toreada, sabiendo además que podía sorprender, de modo que estando ya un tanto descompuesto optó por abreviar y mató de media caida. Ovación en el arrastre y silencio.

Ulano se llamaba el quinto, todo un señor en trapío y muy bien armado, astifino. Golpeó contra la barrera en su afán por rematar y deformó varios tablones, antes de que Daniel Garcia lo recibiese aseado, saliendo con él a los medios. Tomó el astado tres varas tardeando y buscando excusas para no ir. En la tercera se le pegó un buen puyazo aunque se le tapó la salida. En cuanto a su pelea reseñar que hizo sonar el estribo, sin fijeza.  Complicado fue para el segundo tercio, haciendo hilo y cortando, pasando muchos apuros los hombres de plata, todo ello sumado a una mala brega. Ya en la muleta la embestida avisó de que no permitía fallos y Garcia Navarrete estuvo de nuevo templado aunque evidenciando falta de oficio. Logró tirar del morlaco con suavidad y sin dejar que le enganchase la muleta, pero un descuido al perderle la cara tras una tanda acudiendo hacia tablas hizo que el astado acometiese sin que pudiese ni burlar la embestida ni tan siquiera defenderse, teniendo una brutal y fea cogida, llegando a voltearle de nuevo una vez había caído al albero y volteando asimismo al lidiador que había salido al quite. Fue conducido a la enfermeria y Mario Palacios despachó de estocada baja. Fuerte ovación para el astado y silencio.

Maxime Solera tenía claro que no se podía escapar la mañana sin triunfar y de nuevo se fue a chiqueros a recibir con larga de rodillas, saltándole el utrero, que no obedeció al capote sino que salvó el obstáculo. Disfrutamos de un gran tercio de varas por parte de Gabin Rehabi, con cuatro varas de menos a más distancia en las que toreó muy bien a caballo, citando y provocando, fijando en cada momento al animal con la voz, el estribo o incluso moviendo la vara de picar. Señaló en muy buen sitio las tres primeras, algo trasera la cuarta, por poner un pero, ya que estuvo practicamente impeclable, siendo una lástima que el astado tardease, pues luego en la pelea sí que empujó en la primera y se dejó pegar en las demás. Con los rehiletes andaron resolutivos, viéndose en la brega que echaba la cara alta por el derecho, quedándose corto, teniendo mejor condición por el izquierdo. Con la muleta pudimos ver a un espada valiente y dispuesto, con ganas y actitud de querer mandar y de cuajar al novillo, que seguía la muleta por bajo cuando se le llevó bien. Hubo ligazón en varias tandas, conectando rápidamente con el tendido, que valoró la disposición. La embestida cambió llendo a menos el astado tras una fuerte cogida al diestro, fea voltereta de la que salió sin consecuencias aunque a primera vista parecía muy dificil escaparse. Se dispuso a matarlo tras haber conectado con el público y la espada entro muy despacito, marcando bien los tiempos en la ejecución de la suerte, pero se fue baja, perdiendo por ello una oreja bien ganada. El utrero fue premiado con una quizá un tanto excesiva vuelta al ruedo, al igual que el espada, que sacó a su picador a saludar con él, en un bonito gesto. Finalizada la novillada también el Mayoral saludó una ovación, quizá excesiva; y Gabin Rehabí salió a los medios con el caballo con el que había realizado un buen tercio de varas en este sexto, un caballo ligero que toreó mostrando su buena doma.

Rubén Sánchez.

viernes, 14 de julio de 2017

Chacón y Yonnet entre el naufragio miureño

Con lleno en los tendidos ceretanos abrió la tarde tras un respetuoso minuto de silencio en memoria de Iván Fandiño. Se anunciaban seis toros de Miura y se dio aviso mediante megafonía antes de salir el primero informando de que pese a estar los toros defectuosos de pitones, l' ADAC decidió lidiar completa la corrida, que efectivamente estuvo vergonzosa en cuanto a las puntas. Buena disposición de Paulita y Chacón, mala tarde de Pepe Moral.

Amarguito tenía por nombre el primero, negro de capa y con los pitones escobillados. Salió frenándose en un buen recibo de capa de Paulita. Tomó un primer puyazo algo trasero al que acudió pronto y en el que cumplió. Más se empleó en el segundo, acudiendo al trote desde los medios. Octavio Chacón lo abrió un poco más para un tercera, que se le señaló delantera y a la que acudió con prontitud, en la que se dejó pegar. En banderillas cortó y se dolió, esperando y midiendo hacia contraquerencia, buscando los adentros en la zona de chiqueros. Buen par del tercero, de poder a poder cuadrando en la misma cara y saliendo airoso. Inició el aragonés su faena por abajo sometiéndolo en tablas, saliendo después a los medios, muy dispuesto ante una embestida brusca y sin recorrido, soltando fuertes gañafones. A base de tesón logró por el derecho sacarle medio muletacito, llegando por el peligro la emoción a los tendidos, que valoraron su labor y esfuerzo. Remató con varios muletazos genuflexo por bajo y adornos como el molinete, antes de recetar una gran estocada, ligeramente contraria, de efecto fulminante. Recibió una ovación cerrada, siendo también aplaudido el burel en el arrastre.

Lanudo fue el lidiado en segundo lugar, cárdeno de capa y de gran remate y trapío, siendo ovacionado de salida. Remató con insistencia y fiereza en cuantos burladeros a los que llegó, haciendo astillas y zarandeando el tablón que portaba y el hierro y la antigüedad de su divisa. Octavio Chacón lo recibió templado y buscando enseñarle a embestir a la par que lo paraba, logrando salir a los medios con él tras irle sacando de tablas muy tapado con el capote. Tomó una primera vara larga en duración, pues tardaron en ir a sacarlo, algo trasera, en la que cumplió el morlaco. A la segunda se arrancó con presteza desde más allá de los medios, vara ante la que se emplea, bien cogido el puyazo. Cambió el tercio el espada accediendo el palco inexplicablemente sin que se viese el comportamiento en una tercera entrada. En el segundo tercio tuvo una embestida rebrincada, tirando la cara alta en los embroques. La faena de muleta parecía dificil que pudiese llegar a extenderse tanto, pues de inicio mostró la embestida no tener recorrido y sí sentido buscando al torero, estando a punto de coger a Octavio Chacón. Pero a base de torear sobre las piernas consiguió que el astado siguiese con un viaje muy corto el vuelo de su muleta, conectando con la afición, que entre sustos y vítores a los adornos con que se gustó en el trasteo vivió su faena. Despachó de estocada bien ejecutada pero que se fue caída de colocación, teniendo que descabellar, escuchando un aviso. Palmas en el arrastre para este encastado, complicado y fiero Lanudo, saludando una ovación el diestro.

En cuarto lugar se lidió Listonero, cárdeno alunarado y muy escobillado de pitones que además arrastraba los cuartos traseros, provocando las protestas de los aficionados. Tras algunos lances buenos en el recibo de Paulita, tomó el astado con prontitud una primera vara en la que apretó con poder empujando al caballo contra las tablas. Tomó una segunda desde los medios de en la que se dejó pegar, no siendo atendidas las protestas a su devolución. Iván García destacó con las frías antes de que Paulita iniciase su faena por bajo, continuando con la diestra aprovechando la inercia de su pronta arrancada a la distancia, ligando varias tandas con limpieza y componiendo la figura aunque siempre despegado y perfilero. El astado se paró pronto, muy a menos, empezando a defenderse y el baturro insistió sin lograr trasmisión con los tendidos, despachando de media caída tras pinchazo, teniendo que descabellar. Pitos para el miureño y silencio para Paulita.

El quinto fue devuelto, se armó bronca por lo escobillado de sus pitones, los tenía destrozados, pues invalidez no presentó, aunque blandease un poco, siendo la primera vez que presencio la devolución por falta de integridad de astas en la presentación. Con el sobrero se vivió una situación calamitosa y lamentable, absolutamente vergonzosa. El astado de Yonnet, de preciosa lámina, se reventó rematando en uno de los burladeros, tras haber rematado con fuerza en dos ocasiones anteriores, pero sesgado. En esta otra se le citó cuando acudía frontalmente, desplomándose y partiéndose de cepa el pitón izquierdo. Pese a ello el palco no accedía a sacar el pañuelo verde, mientras que si lo hizo con el toro titular por lo escobillado, llegando a entrar el astado al caballo con el pitón colgando; vamos para hacerse antitaurino en un instante. Gritos de indignación entre el público, rebelado contra la presidencia, que tuvo que acceder y devolverlo a los corrales, siendo inexplicable que tardase tanto en hacerlo. Tranquilito num. 11 de Yonnet fue el segundo sobrero, el quinto tris. De buena estampa y trapío, con mucho remate, aunque sin la trasmisión de la encastada embestida de su hermano anterior. Lo dejó Chacón practicamente en chiqueros ¡en la primera entrada! Todo un sinsentido. Aún así el astado acudió tras encontrar su distancia, al galope y con todo, a tomar un puyazo en buen sitio, en el que se dejó pegar tras cumplir. Para la segunda lo dejó en los medios, tomando un puyazo trasero en el que se dejó pegar, cumpliendo con más poder en el tercer encuentro, al que tardeó, desde menor distancia. Esperó a los rehileteros, algo aplomado, destacando Miguel Martín, antes de iniciar Chacón su faena en tablas, teniendo que llegarle mucho para que arrancase, sorprendiendo la reacción de un burel que parecía aplomado pero que repitió con codicia siguiendo la muleta incansable, queriéndola coger humillador y con nobleza. El gaditano le cogió bien el aire y lo llevó con largura con la diestra, ligando tandas de cuatro y cinco muletazos que conectaron con los tendidos. Una vez fuera de tablas y probado el izquierdo, el morlaco continuó embistiendo aunque con menor intensidad, teniendo que acortar distancias. Remató una faena de mérito con manoletinas muy ajustadas, tirándose de frente y por derecho a matar de verdad, teniendo que entrar en dos ocasiones porque se dobló el estoque en la primera, dejando una buena estocada en la segunda. Oreja bien ganada tras la encastada muerte del de Yonnet, un toro de buena nota en la muleta y encastado, que fue despedido con una fuerte ovación.

Puso el broche a la tarde Serón, un toro bien rematado y acapachado de pitones, bajo de presentación por delante. Remató en tablas de salida, apretó con la cara alta en el primer puyazo y acudió pronto a un segundo en el que se dejó pegar saliendo suelto y además blandeando. Se repuchó de la tercera entrada, a la que había arrancado con presteza. Cortó e hizo hilo, con muchas complicaciones para los rehileteros, que tampoco tiraron de mayor recurso que pasar e intentar tirar uno de los garapullos, a ver si con suerte quedaba prendido, en un alarde de falta de oficio. Se arrebató el lidiador y logró dejar un buen par reunido cuadrando en la cara, aunque fuese un poco a sobaquillo. La faena de muleta fue a menos y no terminó de despegar. Ninguna de las dos partes puso demasiado empeño. El astado por su soseria y el diestro por sus precauciones y cites perfileros a base de pisotón. Pinchó y dejó una estocada levemente caída y tendida, poniendo fin a una actuación muy mediocre del diestro sevillano, pues es capaz de mucho más. Leves pitos para este manso, descastado y a menos. Silenciada la labor del coletudo.

Rubén Sánchez.