sábado, 15 de julio de 2017

Interesantes novillos del Raso de Portillo y un dispuesto Maxime Solera

Con quince minutos de retraso dio inicio la novillada de la feria ceretana, pues debido al atasco que se forma en la carretera de acceso al pueblo, uno de los actuantes, Garcia Navarrete, sufrió retraso. Amenizó la Cobla con sardanas antes de entonar Els Segadors y tras el paseillo se escuchó la primera ovación al sacar un aficionado una pancarta que rezaba "Catalunya es Taurina".

Se anunciaba una novillada del Raso del Portillo, que en general mostró mansedumbre y un buen nivel de casta teniendo sus matices, dando para analizar y por tanto creando interés.

Tablero fue el lidiado en primer lugar y no dudó en hacer honor a su nombre reventando con ímpetu uno de los tableros de los burladeros. Apretó a los adentros en el recibo, saliendo algo desentendido tras el remate, buscando las tablas. Hizo hilo al tratar de dejarlo en suerte tanto el novillero como su lidiador, tomando finalmente un puyazo delantero en el que echó la cara alta e hizo sonar el estribo, saliendo suelto. Para la segunda vara se le colocó más allá del tercio contrario, tardeando el astado pese al buen hacer del jinete. Acudió finalmente al paso, medio trotando finalmente y se le picó en buen sitio, cabeceando sin emplearse el burel. Tomó una tercera tras tardear, saliendo a buscarlo el picador, sin destacar la pelea pero viéndose hacer bien las cosas desde la montura. En banderillas tuvo que saludar una ocasión más Fernando Sánchez, que citó andando y clavó en la cara saliendo con toreria. La faena de muleta tuvo poca historia, la embestida no humilladora, echando la cara alta y siempre reservándose se juntó con la poca voluntad de Mario Palacios que se limitó a acompañar a media altura, sin tratar de someterlo y mandar sobre él. Mató de media estocada atravesada tras un pinchazo, soltando la muleta. Ovación para el astado a su casta, pues aunque manseó vendió cara su vida. Silencio para el espada.

Por segundo salió Zahorí, que humilló en el recibo capotero de Garcia Navarrete, haciendo también astillas en los burladeros, antes de tomar dos varas, a las que tardó en acudir y en las que empujó con la cara a media altura, aunque con poder en ambas. La segunda se fue trasera y tapó Francisco Plazas la salida, escuchando bronca. Pidió el coletudo que se cambiase el tercio, aunque visto el comportamiento hubiese estado bien ver la pelea en una tercera. En banderillas destacó Fernando Téllez ante la prontitud del astado, que cortó e hizo hilo, siempre fijo. Con la muleta vimos un buen recital de suavidad y temple, tratando de llevar una embestida también templada y suave del astado pero de muy corto viaje, faltándole final. Estocada tras tres pinchazos. Ovación en el arrastre y silencio.

Maxime Solera recibió a portagayola a Tabanero, que mostró cosas muy buenas en el recibo, humillando y siguiendo los vuelos con codicia, así como en las tres entradas al caballo en las que estuvo desafortunado Pepe Aguado, señalando trasero y caído en dos de ellas, tapando además la salida, a un morlaco que tardeó pero cumplió sin más en la pelea. En banderillas cambió, se fue orientando hasta llegar a la muleta sabiendo perfectamente donde estaba la muleta y donde estaba el torero, tratando con esfuerzo de tirar de él sin recompensa el francés, pues el astado solo le buscaba en cada una de sus acometidas. Lo peor de todo es que el animal buscó, teniendo peligro, pero sin fiereza, con cierta sosería, aunque afortunadamente al ser una de las pocas plazas con un plúbico mayoritariamente compuesto por aficionados, se supo ver el peligro que había y reconocer la labor intentándolo. Estocada bien ejecutada, algo tendida. Descabelló. Silencio para el diestro y palmas en el arrastre.

Palurdo fue el lidiado en cuarto lugar, cárdeno de capa y muy rematado, cuajado de carnes y con seriedad. Clavó las puntas en tablas y en varas tomó tres puyazos fuertes, tardeando y buscando su distancia, incluso frenándose ante caballo, buscando alguna excusa para no terminar de ir, como la posibilidad de que algún capote se moviese a su derecha; teniendo que avanzar el jinete a buscarlo, sin que la pelea fuese a mejor, llegando a repucharse en la tercera. Bien con las frías de nuevo Fernando Sánchez. Al inicio de faena, el cornúpeta tiró un gañafón con el pitón derecho que estuvo a punto de coger al novillero, pasando a estar a partir de entonces más desconfiado y a la defensiva, pese a que por el pitón izquierdo toma por abajo la muleta. Pero hacía falta mucha firmeza para aguantar y tragar en el sitio citar con el vuelo por abajo y llevar la embestida toreada, sabiendo además que podía sorprender, de modo que estando ya un tanto descompuesto optó por abreviar y mató de media caida. Ovación en el arrastre y silencio.

Ulano se llamaba el quinto, todo un señor en trapío y muy bien armado, astifino. Golpeó contra la barrera en su afán por rematar y deformó varios tablones, antes de que Daniel Garcia lo recibiese aseado, saliendo con él a los medios. Tomó el astado tres varas tardeando y buscando excusas para no ir. En la tercera se le pegó un buen puyazo aunque se le tapó la salida. En cuanto a su pelea reseñar que hizo sonar el estribo, sin fijeza.  Complicado fue para el segundo tercio, haciendo hilo y cortando, pasando muchos apuros los hombres de plata, todo ello sumado a una mala brega. Ya en la muleta la embestida avisó de que no permitía fallos y Garcia Navarrete estuvo de nuevo templado aunque evidenciando falta de oficio. Logró tirar del morlaco con suavidad y sin dejar que le enganchase la muleta, pero un descuido al perderle la cara tras una tanda acudiendo hacia tablas hizo que el astado acometiese sin que pudiese ni burlar la embestida ni tan siquiera defenderse, teniendo una brutal y fea cogida, llegando a voltearle de nuevo una vez había caído al albero y volteando asimismo al lidiador que había salido al quite. Fue conducido a la enfermeria y Mario Palacios despachó de estocada baja. Fuerte ovación para el astado y silencio.

Maxime Solera tenía claro que no se podía escapar la mañana sin triunfar y de nuevo se fue a chiqueros a recibir con larga de rodillas, saltándole el utrero, que no obedeció al capote sino que salvó el obstáculo. Disfrutamos de un gran tercio de varas por parte de Gabin Rehabi, con cuatro varas de menos a más distancia en las que toreó muy bien a caballo, citando y provocando, fijando en cada momento al animal con la voz, el estribo o incluso moviendo la vara de picar. Señaló en muy buen sitio las tres primeras, algo trasera la cuarta, por poner un pero, ya que estuvo practicamente impeclable, siendo una lástima que el astado tardease, pues luego en la pelea sí que empujó en la primera y se dejó pegar en las demás. Con los rehiletes andaron resolutivos, viéndose en la brega que echaba la cara alta por el derecho, quedándose corto, teniendo mejor condición por el izquierdo. Con la muleta pudimos ver a un espada valiente y dispuesto, con ganas y actitud de querer mandar y de cuajar al novillo, que seguía la muleta por bajo cuando se le llevó bien. Hubo ligazón en varias tandas, conectando rápidamente con el tendido, que valoró la disposición. La embestida cambió llendo a menos el astado tras una fuerte cogida al diestro, fea voltereta de la que salió sin consecuencias aunque a primera vista parecía muy dificil escaparse. Se dispuso a matarlo tras haber conectado con el público y la espada entro muy despacito, marcando bien los tiempos en la ejecución de la suerte, pero se fue baja, perdiendo por ello una oreja bien ganada. El utrero fue premiado con una quizá un tanto excesiva vuelta al ruedo, al igual que el espada, que sacó a su picador a saludar con él, en un bonito gesto. Finalizada la novillada también el Mayoral saludó una ovación, quizá excesiva; y Gabin Rehabí salió a los medios con el caballo con el que había realizado un buen tercio de varas en este sexto, un caballo ligero que toreó mostrando su buena doma.

Rubén Sánchez.

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