Con lleno en los tendidos ceretanos abrió la tarde tras un respetuoso minuto de silencio en memoria de Iván Fandiño. Se anunciaban seis toros de Miura y se dio aviso mediante megafonía antes de salir el primero informando de que pese a estar los toros defectuosos de pitones, l' ADAC decidió lidiar completa la corrida, que efectivamente estuvo vergonzosa en cuanto a las puntas. Buena disposición de Paulita y Chacón, mala tarde de Pepe Moral.
Amarguito tenía por nombre el primero, negro de capa y con los pitones escobillados. Salió frenándose en un buen recibo de capa de Paulita. Tomó un primer puyazo algo trasero al que acudió pronto y en el que cumplió. Más se empleó en el segundo, acudiendo al trote desde los medios. Octavio Chacón lo abrió un poco más para un tercera, que se le señaló delantera y a la que acudió con prontitud, en la que se dejó pegar. En banderillas cortó y se dolió, esperando y midiendo hacia contraquerencia, buscando los adentros en la zona de chiqueros. Buen par del tercero, de poder a poder cuadrando en la misma cara y saliendo airoso. Inició el aragonés su faena por abajo sometiéndolo en tablas, saliendo después a los medios, muy dispuesto ante una embestida brusca y sin recorrido, soltando fuertes gañafones. A base de tesón logró por el derecho sacarle medio muletacito, llegando por el peligro la emoción a los tendidos, que valoraron su labor y esfuerzo. Remató con varios muletazos genuflexo por bajo y adornos como el molinete, antes de recetar una gran estocada, ligeramente contraria, de efecto fulminante. Recibió una ovación cerrada, siendo también aplaudido el burel en el arrastre.
Lanudo fue el lidiado en segundo lugar, cárdeno de capa y de gran remate y trapío, siendo ovacionado de salida. Remató con insistencia y fiereza en cuantos burladeros a los que llegó, haciendo astillas y zarandeando el tablón que portaba y el hierro y la antigüedad de su divisa. Octavio Chacón lo recibió templado y buscando enseñarle a embestir a la par que lo paraba, logrando salir a los medios con él tras irle sacando de tablas muy tapado con el capote. Tomó una primera vara larga en duración, pues tardaron en ir a sacarlo, algo trasera, en la que cumplió el morlaco. A la segunda se arrancó con presteza desde más allá de los medios, vara ante la que se emplea, bien cogido el puyazo. Cambió el tercio el espada accediendo el palco inexplicablemente sin que se viese el comportamiento en una tercera entrada. En el segundo tercio tuvo una embestida rebrincada, tirando la cara alta en los embroques. La faena de muleta parecía dificil que pudiese llegar a extenderse tanto, pues de inicio mostró la embestida no tener recorrido y sí sentido buscando al torero, estando a punto de coger a Octavio Chacón. Pero a base de torear sobre las piernas consiguió que el astado siguiese con un viaje muy corto el vuelo de su muleta, conectando con la afición, que entre sustos y vítores a los adornos con que se gustó en el trasteo vivió su faena. Despachó de estocada bien ejecutada pero que se fue caída de colocación, teniendo que descabellar, escuchando un aviso. Palmas en el arrastre para este encastado, complicado y fiero Lanudo, saludando una ovación el diestro.
En cuarto lugar se lidió Listonero, cárdeno alunarado y muy escobillado de pitones que además arrastraba los cuartos traseros, provocando las protestas de los aficionados. Tras algunos lances buenos en el recibo de Paulita, tomó el astado con prontitud una primera vara en la que apretó con poder empujando al caballo contra las tablas. Tomó una segunda desde los medios de en la que se dejó pegar, no siendo atendidas las protestas a su devolución. Iván García destacó con las frías antes de que Paulita iniciase su faena por bajo, continuando con la diestra aprovechando la inercia de su pronta arrancada a la distancia, ligando varias tandas con limpieza y componiendo la figura aunque siempre despegado y perfilero. El astado se paró pronto, muy a menos, empezando a defenderse y el baturro insistió sin lograr trasmisión con los tendidos, despachando de media caída tras pinchazo, teniendo que descabellar. Pitos para el miureño y silencio para Paulita.
El quinto fue devuelto, se armó bronca por lo escobillado de sus pitones, los tenía destrozados, pues invalidez no presentó, aunque blandease un poco, siendo la primera vez que presencio la devolución por falta de integridad de astas en la presentación. Con el sobrero se vivió una situación calamitosa y lamentable, absolutamente vergonzosa. El astado de Yonnet, de preciosa lámina, se reventó rematando en uno de los burladeros, tras haber rematado con fuerza en dos ocasiones anteriores, pero sesgado. En esta otra se le citó cuando acudía frontalmente, desplomándose y partiéndose de cepa el pitón izquierdo. Pese a ello el palco no accedía a sacar el pañuelo verde, mientras que si lo hizo con el toro titular por lo escobillado, llegando a entrar el astado al caballo con el pitón colgando; vamos para hacerse antitaurino en un instante. Gritos de indignación entre el público, rebelado contra la presidencia, que tuvo que acceder y devolverlo a los corrales, siendo inexplicable que tardase tanto en hacerlo. Tranquilito num. 11 de Yonnet fue el segundo sobrero, el quinto tris. De buena estampa y trapío, con mucho remate, aunque sin la trasmisión de la encastada embestida de su hermano anterior. Lo dejó Chacón practicamente en chiqueros ¡en la primera entrada! Todo un sinsentido. Aún así el astado acudió tras encontrar su distancia, al galope y con todo, a tomar un puyazo en buen sitio, en el que se dejó pegar tras cumplir. Para la segunda lo dejó en los medios, tomando un puyazo trasero en el que se dejó pegar, cumpliendo con más poder en el tercer encuentro, al que tardeó, desde menor distancia. Esperó a los rehileteros, algo aplomado, destacando Miguel Martín, antes de iniciar Chacón su faena en tablas, teniendo que llegarle mucho para que arrancase, sorprendiendo la reacción de un burel que parecía aplomado pero que repitió con codicia siguiendo la muleta incansable, queriéndola coger humillador y con nobleza. El gaditano le cogió bien el aire y lo llevó con largura con la diestra, ligando tandas de cuatro y cinco muletazos que conectaron con los tendidos. Una vez fuera de tablas y probado el izquierdo, el morlaco continuó embistiendo aunque con menor intensidad, teniendo que acortar distancias. Remató una faena de mérito con manoletinas muy ajustadas, tirándose de frente y por derecho a matar de verdad, teniendo que entrar en dos ocasiones porque se dobló el estoque en la primera, dejando una buena estocada en la segunda. Oreja bien ganada tras la encastada muerte del de Yonnet, un toro de buena nota en la muleta y encastado, que fue despedido con una fuerte ovación.
Puso el broche a la tarde Serón, un toro bien rematado y acapachado de pitones, bajo de presentación por delante. Remató en tablas de salida, apretó con la cara alta en el primer puyazo y acudió pronto a un segundo en el que se dejó pegar saliendo suelto y además blandeando. Se repuchó de la tercera entrada, a la que había arrancado con presteza. Cortó e hizo hilo, con muchas complicaciones para los rehileteros, que tampoco tiraron de mayor recurso que pasar e intentar tirar uno de los garapullos, a ver si con suerte quedaba prendido, en un alarde de falta de oficio. Se arrebató el lidiador y logró dejar un buen par reunido cuadrando en la cara, aunque fuese un poco a sobaquillo. La faena de muleta fue a menos y no terminó de despegar. Ninguna de las dos partes puso demasiado empeño. El astado por su soseria y el diestro por sus precauciones y cites perfileros a base de pisotón. Pinchó y dejó una estocada levemente caída y tendida, poniendo fin a una actuación muy mediocre del diestro sevillano, pues es capaz de mucho más. Leves pitos para este manso, descastado y a menos. Silenciada la labor del coletudo.
Rubén Sánchez.
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