Finalizado San Isidro y los festejos posteriores fuera de abono, ya sin el ambiente de lleno, aunque aún con una buena entrada, se ha celebrado hoy domingo 18 de Junio una novillada que premió a los destacados en los festejos anteriores. El ambiente estaba enrarecido, marcado por el repentino e inesperado fallecimiento del diestro Iván Fandiño por una cornada ayer en Aire Sur L'Adour. Antes del paseíllo se anunció un minuto de silencio en su memoria, rememorando su trayectoria en la Monumental de Las Ventas, además de una buena medida para que el minuto realmente sea minuto, siendo la presidencia la que con el pañuelo lo regulase.
Sin música se inició el paseillo, destocados los actuantes en señal de duelo, hasta que llegados los espadas a la barrera se inició el silencioso y sentido minuto. Se acompañó con una pancarta que lució desde el 7: " Iván Fandino siempre en el recuerdo del aficionado " acompañada de un crespón. Gran detalle de la banda de música iniciando muy lenta y sobriamente los sones de "La Gracia de Dios" al finalizar el estremecedor minuto, dejando a un lado el habitual "España Cañí" del paseíllo, más alegre, sustituyéndolo por ese otro pasodoble, con un inicio también alegre aunque algo más sobrio; que llevándolo tan despacio como lo iniciaron, apesadumbrados, tuvo sones que evocaron marcha de duelo. Mi enhorabuena por ello.
Se anunciaba una novillada de José Luis Marca, que finalmente lidió cuatro utreros, siendo el quinto y sexto de El Cortijillo. La presentación fue muy desigual, contrastando el abecerrado segundo con el carbonero que hizo tercero, con cuajo de toro. Tuvieron los de Marca posibilidades muleteras, frente a los sosos y descastados mansos de la familia Lozano.
Amante abrió la tarde, un jabonero que salió distraído de los lances de recibo que le recetó Ángel Jiménez, saliendo con él hasta los medios. Tras costar ser fijado ante el caballo, derribó en su afán por buscar salida mientras se le pegó un puyazo trasero. En la segunda entrada cumplió, rectificando a bien la vara trasera inicialmente agarrada. Llegó a banderillas distraído y tardo, aunque con alegría en su embestida cuando arrancaba. Inició Ángel Jiménez su faena ligando varias tandas con la diestra, tras haber brindado su labor, en un momento muy emotivo a Iván Fandiño. Por el derecho el astado humilló, siguiendo la muleta con nobleza y un buen punto de trasmisión, repitiendo aunque levantando la cara al final del muletazo. Mejor fue por el izquierdo, con mayor recorrido y colocando la cara para el siguiente. Lo mejor de la labor del novillero vino al final, enfrontilado con la zurda, logrando varios naturales de trazo redondo y con ajuste, tras haber ligado las tandas anteriormente pero sin terminar de fajarse las embestidas, algo despegado. Remató con unos ayudados por alto muy toreros, antes de pasaportar de media estocada tendida, en buen sitio, quizá algo trasera. Palmas en el arrastre para el novillo que aunque manso, tuvo trasmisión y codicia en la muleta. Ovación para Ángel Jiménez que hizo ademán de dar la vuelta al ruedo, sin que el público le diese el visto bueno, optando el diestro por taparse.
Aguaclara II fue el jugado en segundo lugar, jabonero de capa y escaso de presencia, salió con más fijeza en los lances de recibo de Ángel Sánchez. Apretó en una buena primera vara, mientras que salió suelto de la segunda, trasera y algo caída que le recetaron. Colombo quitó por chicuelinas, rematando soltando capa, con toreria mirando al tendido. En banderillas pudo verse una embestida muy pronta y alegre, con trasmisión y muchos pies, destacando una buena brega de Fernando Téllez y dos buenos pares de Iván Garcia, especialmente el que cerró tercio. Inició Ángel Sánchez su faena por bajo al hilo de tablas, con el astado repitiendo y exigiendo desde un principio, siempre queriendo muleta, codicioso y queriéndola siempre coger, por ambos pitones y humillando. El diestro estuvo muy dispuesto, aunque no terminó de templarlo, sucediéndose enganchones a lo largo de su labor. Labor en la que hubo ligazón y entrega en un ajustado final por manoletinas, antes de que despacháse de media caída. Ovación para el burel en su arrastre y palmas para el novillero colmenareño.
Iluminado se llamaba el tercero, todo un torete, un novillo con el cuajo que debe lidiarse en Madrid, manteniendo un equilibrio por delante. Carbonero de capa, salió con pies y fue recibido por Jesús Enrique Colombo con una larga cambiada de rodillas, rematando tras salir con él a los medios. En varas fue el venezolano trastabillado al ir a dejarlo en suerte, bregando después con eficacia y buen hacer Marco Galán. Tomó dos puyazos caídos, arrancándose con alegría de media distancia al segundo. Banderilleó con variedad y exposición el venezolano, mostrando el astado su condición de querer los adentros. Tras los buenos pares cuadrando en la cara, inició su faena más allá del tercio, arrancando con alegria y prontitud el astado, que rápidamente se paró, tardeando a los cites, pues no era su terreno. Tras la segunda tanda lo cerró a las rayas, donde respondió algo mejor pero igualmente aplomado, buscando las embestidas a base de acortar distancias, por el pitón izquierdo. Abrevió tras intentarlo y terminó con él cornúpeta de una buena estocada.
Manso y huído fue el cuarto, de nombre Aguaclara I, fue picado en el caballo de puerta, tomando una vara larga y caída en la que se defendió con la cara alta, haciendo lo mismo en la segunda, en contraquerencia, donde se le dio un pelín trasero. Llegó a banderillas doliéndose y apretando a los adentros, antes de que Ángel Jiménez lo sacase a los medios para iniciar su faena con la diestra, ligando una primera tanda. Le dio distancia para le segunda, teniendo que acortarla para que el morito arrancáse. Se acopló en el tercio, en terreno de contraquerencia, llevándole muy mandado al natural y también con la diestra, aunque sin llegar a ajustarse, siempre despegado y con el compás muy abierto. Aún así mostró saber y poder pensar en cara, llevándolo muy tapado pese a que el astado se abría hacia tablas en los muletazos, dejándole siempre muleta en la cara. Remató genuflexo con doblones a los que dio salida por alto, antes de dejar una buena estocada tras un pinchazo. Supo sacar al manso todo lo que tenía, con mando y disposición. Silencio en el arrastre para este cuarto, manso con movilidad y humillación, respondiendo con codicia cuando se le pudo. Ovación con saludos para Ángel Jiménez.
El penúltimo fue Musiquero, con el hierro de El Cortijillo, castaño chorreado y listón, salió abanto y tuvo que tomar las dos varas en la querencia, en el caballo que guardaba la puerta, tras mucho intentarlo con el caballo de turno. En banderillas tardo y a arreones, haciendo hilo solo hacia las tablas de querencia. Tuvo el coletudo que centrar su labor en las tablas del cuatro tras un primer muletazo en la zona de matadores del que el burel salió arreado hacia la otra punta. Allí logró a base de dejarle la muleta retrasada y de tirar de él, ligar varias tandas por ambos pitones, ante una embestida descastada y sin entrega, aunque humilladora, pero que fue a menos. Puso fin con una estocada algo trasera, saludando una ovación. Silencio en el arrastre para el morlaco, manso, descastado y a menos.
Cerró la tarde Rompelindes, bajo y con poca cara, que salió algo dormido de chiqueros, midiendo antes de tranquear hacia los cites. Se frenó y le costó desplazarse, saliendo de najas en una primera toma de contacto con el caballo a la que acudió a relance. Costó picarlo por su mansedumbre, quedándose algo crudo. Se empleó a arreones en banderillas, desbordando al espada, que tuvo que pasar en varias ocasiones. Inició la faena muletera por bajo en tablas del cuatro, llevándolo obligado. Continuó en terreno opuesto con la diestra, ligando las tandas a una embestida muy sosa y que fue a menos, acortando su recorrido. Finalizó doblándose, perdiendo la muleta, antes de estoquear en buen sitio. Manso descastado y soso que fue silenciado en el arrastre. Se le valoró la estocada y la disposición con una oreja un tanto excesiva.
Rubén Sánchez.
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