Con más de tres cuartos y con el tiempo amenazando lluvia se ha celebrado la primera de las corridas de la Feria del Toro de Vic Fezensac, que lució el hierro de Dolores Aguirre. Desigual de presentación, con un par de toros con barba y expresión de viejos, avacado uno de ellos; y de juego manso en general,con cierta soseria impropia de lo encastado de la vacada, a excepción del bravo segundo, Carafea III.
Abrió la tarde Argelón, colorado y cariavacado, con expresión de viejo. Abanto de salida, busca escapatoria, aunque repite a los lances de Paulita, en los que pega un fuerte tornillazo. En el primer encuentro con el caballo toma una vara trasera en la que no se emplea y de la que sale suelto. Trata Paulita de colocarlo a distancia pero sale suelto hacia capotes hasta tomar a relance una segunda vara en la que sin apretarle mucho, se queda a cabecear haciendo sonar el estribo. Bien dejado en suerte por Octavio Chacón a distancia para la tercera, que se fue caída, entrando de un brinco al peto tras arrancar con prontitud. Salió suelto, para llegar a la brega blandeando y algo agarrado al piso en los medios, pero con fijeza y prontitud a los cites. Espera y corta llendo a menos al final del segundo tercio, llegando a desentenderse por momentos. Inicia faena el baturro pasándolo por alto, cuidando la falta de fuerzas. Embiste gazapeando, sin apenas recorrido, echando la cara alta en el embroque. Trata el diestro de llevarle toreado con la muleta retrasada para alargarle el viaje, pero sin resultado toma la diestra, donde lo alivia por alto, pasando a doblarse con él tras montar la ayuda y tomar la diestra, optando por abreviar cogiendo la de verdad. Despachó de media caída a este Argelón, un toro manso y falto de fuerzas que tuvo nobleza y poca trasmisión. Fue por ello pitado en el arrastre, siendo silenciado el aragonés.
En segundo lugar hizo aparición Carafea tercero, negro salpicado, bragado meano corrido jirón axilblanco y gargantillo, de gran estampa y que fue recibido con aplausos del público. Octavio Chacón logró recogerlo y fijarlo en los lances de recibo, rematando con una pinturera media. Vivimos un vibrante tercio de varas: en la primera y tras cortarlo muy bien su matador, dirigiendo la lidia con maestría, acudió de media distancia al buen cite de Juan José Esquivel, que toreó a caballo con toreria y con verdad, dando los frentes, cogiéndolo delantero y bien en los cuatro puyazos que le recetó, aunque debió quizá medir un poco más el castigo. En este primer encuentro el burel empujó con riñones y fijeza, quedándose a romanear. Tras lograr sacarlo fue puesto para la segunda desde largo, a la que acudió con prontitud, saliendo en tanto que lo llamaron para la siguiente, en la que tras ir de largo con alegría volvió a salir con prontitud al cite. La cuarta fue la de mayor emoción, con el morlaco en terreno de chiqueros y escuchándose el cite del varilarguero, acudiendo el burel al galope, quedándose a pelear con riñones desplazándo la montura. La banda comenzó espontánea a tocar mientras con la plaza en pie se marchaba saludando entre vitores a su brillante actuación el piquero. En banderillas anduvieron más eficaces que lucidos los rehileteros, ante una embestida pronta y fija. Inicia faena Chacón en los medios tras brindar a Ruiz Miguel, donde logra ligar una tanda con la diestra, el toro no termina de humillar y le falta recorrido. Buen detalle por parte del torero el modo en que dio distancias, en un trasteo que finalmente fue a menos por ese pitón, pese al gusto en los remates. Por el izquierdo tuvo que acortar distancias y apenas pudo pegarle una tanda, pues se agotó el astado, que por su bravura fue premiado merecidamente con una vuelta al ruedo, mientras que como colofón a la gran estocada que agarró el gaditano, paseó una oreja.
Carafea segundo lucía por nombre el tercero, de capa negra, gargantillo y muy musculado. Recibe Lamelas con larga cambiada de rodillas, siguiendo hasta los medios con un buen ramillete de lances a la verónica, genuflexo, rematando con media en el centro del anillo. La embestida un tanto rebrincada en los primeros compases, al igual que hizo al llegar al primer encuentro con la jurisdicción del caballo, en el que al haber sido a relance y entre desorden el picador no agarró la vara en un gesto al aguantar el primer envite sin defender la cabalgadura. En la segunda entrada y primera vara que tomó, el animal se creció ante el castigo y propició un fuerte tumbo tras romanear, miemtras que después tomó una tercera fuerte y trasera como la anterior, en la que cumple. En el segundo tercio pronto y cortando, los pares al sobaquillo. Inicia faena Alberto Lamelas ligando por el derecho, el toro repite aunque berrea en tanto se le puede acusando su mansedumbre, pero no duda en seguir y acometer a la muleta en cada cite, humillando y siguiéndola con recorrido. Bien el torero ligando en un palmo de terreno, con quietud y conectando con los tendidos en tanto que procuró estar siempre bien cruzado, algo que valoró y agradeció positivamente el personal. Se vieron buenas tandas al natural, llevándolo con mando en una faena larga que rubricó mal a espadas con un pinchazo tratando de hacer la suerte de recibir, yéndose a abajo a pinchar tras salirse de la suerte en un segundo pinchazo y cayendo un aviso tras un tercer pinchazo y antes de terminar con una estocada arriba. Palmas para este tercero, manso y noble. Ovación con saludos para el diestro jienense.
En cuarto lugar se jugó Carafea -este a secas- negro de capa y playero de cara, un señor con toda la barba. De salida demuestra justeza de fuerzas y toma tres varas traseras en las que se deja pegar, sin lucir al toro y sin hacerse la suerte. En banderillas algo gazapón y sin hacer hilo, distraído y algo desentendido. La faena fue a menos y además sin ponerle nada el torero, que se limitó a pegar muletazos con la tela retrasada por lo corto que se quedaba, pero siempre descolocado y despidiendo la embestida hacia fuera, componiendo la figura a cabeza pasada y sin llegar a conectar con un público que sabía lo que estaba viendo. Despachó a un animal muy venido a menos en ambos pitones con una media estocada atravesada. Silencio para ambos.
En quinto lugar y tras aviso previo mediante megafonía se lidió Yegüizo, número 31 sustituyendo al titural en el orden de lidia, de nombre Mascarito. Un toro de buena estampa, colorado albardado. Algo lesionado de la mano derecha, pues tropezaba en ocasiones, por lo que es protestado. No se atiende a la reclamación y toma dos varas romaneando sobre un pitón, la segunda además de largo. En banderillas pasan sin lucimiento, ante una embestida algo huidiza, pero con movilidad. Inicia faena Chacón en los medios, el animal se abre hacia los adentros y a base de toques logra recogerlo e hilvanar los pases. Faena larga que no llega a coger entidad pese a la humillacion y temple de la embestida por el izquierdo. El torero lo entiende y al menos lo enseña, aunque no llegue a cuajarlo al estar siempre citando desde fuera y algo encorvada su figura. Tras dos pinchazos, al tirarse desde muy lejos, agarra estocada casi entera caída que hace doblar a este Yegüizo, manso descastado y con nobleza que tuvo un buen pitón izquierdo. Fueron silenciados tanto el burel como el espada.
Cerró la tarde Pitillito, un cuatreño con seriedad por delante, negro bragado meano corrido y jirón, que blandeó en el aseado recibo de Alberto Lamelas. De la primera vara sale de najas, tomando una segunda bien cogida, delantera, en la que empuja con la cara alta; recibiendo una tercera estando fijado más cerrado, tras irse a capotes estando de largo. Puyazo fuerte y trasero en el que se dejó pegar. En banderillas gazapón, resuelven con habilidad y ventajas los de plata. Inicia trasteo Alberto Lamelas pasándolo por bajo, saliendo a los medios, donde buscó el pitón izquierdo, logrando hilvanar muletazos pese a que el recorrido no es mucho, aprovechando medio muletazo en el que, eso sí, humilla. Por el derecho se queda corto, a media altura y opta por tomar de nuevo la zurda, tirando de él a base de atacarle y en la corta distancia. Pinchazo rozando guarismo, el toque muy desplazador le hizo abrirse. Media atravesada caída perdiendo el engaño. Se tira de nuevo ante la dureza de patas, agarra media tendida y contraria. Pinchazo hondo caído y descabella. Silencio para este manso descastado y a menos, tambien para el espada.
Tarde de toros con interés de la que hemos disfrutado sobre todo del buen juego de segundo de la tarde y de la condición muletera del tercero. Ya con la vista puesta en la interesante corrida concurso matutina de mañana.
Rubén Sánchez.
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