lunes, 31 de mayo de 2010

Por encima de todo, siempre el Negocio

No sabemos si fue la empresa la que más miró por el negocio o si fue el señor Folque.
Uno de esos dos, está claro. La empresa ya lo lleva haciendo varias temporadas, pero el honor de un ganadero, que tanto ha hablado acerca de su romanticismo, queda por encima de traer semejantes reses de tan baja presentación (menos mal que no vimos las rechazadas). La empresa debió mirar por el negocio y no pagó toros para hoy, pero Joao miró también por el suyo anteponiéndolo a todo aquello de lo que luce por bandera, y no nos trajo lo mejor. Si no tiene material que no lo traiga, pero lo primero que hay que hacer es presentar una corrida en condiciones y que marque la diferencia. Hoy nos demostró que es otro vulgar vende-toros, y es que el primer toro apareció en quinto lugar, todo un pavo de El Torreón, lo anterior no pasaban por toros de Madrid, por mucha divisa que luciesen. Tampoco fueron (ignorando la justeza de trapío) los animales encastados y fieros de citas anteriores. En el caballo, el espectáculo de la suerte de varas no se distinguió mucho del adulterado habitual. Pero eso sí, sirvieron para la muleta destacando el tercero, que demostró bravura en general.
La terna estuvo en la línea de lo esperado y poco más la podíamos exigir, los hombres de luces que mejores emociones nos dejaron fueron los de plata, con un señor tercio de Banderillas, donde se rozó la tragedia y en pleno arrebato de torería, y repuesto, aquel rehiletero dejo dos pares exponiendo de verdad y al hilo de las tablas a las que el morlaco apretaba, el segundo par de este hombre lo celebramos en pie y nos puso los pque esta montado al revés de la cabeza a los pies. No por eso es debido el conceder trofeos inmerecidos ni debemos de justificar que no se nos enseñen varios de los animales en la muleta. Aquel tercero no quiso Corpas que nadie lo viese, y aquel señor quinto se encargó Fernando de sobarlo y agobiarlo en la corta distancia para que no se viese su poder (con sus complicaciones, cierto) en largo. Millán anduvo deficiente con el inválido primero y el siguiente de su lote.
elos de punta, sin duda los dos saludaron una ovación auténtica.
Los pobres matadores, que sin tener pan que torear a lo largo del año, se enfrentan nada menos que en Madrid a estos exigentes encierros no dejan de ser víctimas de algo Las dos sorpresas de la tarde las trajo El Torreón, pues poco esperábamos de dichos remiendos del ganadero colombiano, y sin embargo, ha salido un desconocido ganado, nada habitual al que lidian las “figuras” de este hierro ¿qué les harán? ¿Qué diferencia, de moribundos a encastados, no? Y no es cosa de sangres, sino de nombres de el cartel. Para pensar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario