jueves, 12 de julio de 2012

Ni siquiera los que le gustaron a Ricardo Gallardo. Firme Jiménez Fortes.



Ricardo Gallardo dijo que le gustaron varios toros de los lidiados esta tarde en Pamplona nada más terminar el festejo, como vemos, si hay dos tipos de ganaderos: el que se centra mucho en los defectos de sus pupilos y nunca estan conformes del todo; y los que ante un monticulo de defectos se agarran a un matojo pequeño de virtudes. Podemos tener claro que el criador de los Fuente Ymbro, es de los segundos.

La terna contaba con dos toreros que ya hemos visto bastante y tenemos claro su concepto (y no han decepcionado a sus formas), y una promesa joven que atesora valor, cosa importante en esto, y que ha estado firme ante su lote.

Distraído salió el primero al ruedo pamplonica, con sosería desde un principio. No se le pegó nada en el caballo, pese a que con su caja musculada y kilos pudo de sobra empujar hasta hacerselo pasar mal al montado, falla la casta en el hierro gaditano, a su favor, el ganadero se agarrará, a que ante el peto metió la cara abajo, aunque saliese suelto. Ante las frías siguió sosete y escarbó; César Jiménez comenzó de rodillas y el toro tuvo una buena embestida en la muleta, pero no llegó a culminar la ligazón (lo único que importa hoy para el triunfo, sea cual sea el merito de los muletazos) La faena se fue alargando y al ver que el toro se empezó a querer ir, le pinchó y después le dejo un espadazo trasero.

El segundo se le complicó a Pinar de salida, y pese a que cumplió en la primera vara, donde tomó un puyazo fuerte, la segunda fue cuanto menos un simulacro rapidisimo, el animal se vio embistiendo ante unas vistosas chicuelinas de Jiménez Fortes y aunque se dolió de los arpones, se movía y hacía hilo. Notable llegó a la muleta, al menos con codicia y cierta movilidad, aunque si bajar la cara ni llegar a darle confianza al espada, que recurrió, sin faltar a sus formas, al arrimón de los insistentes, poniendose hasta pesado. Se dio cuenta y se fue a pincharlo para después dejar una estocada caida y tendida.

Sin repetir ni buscar las telas, con cierta frialdad, se mostró de recibo el tercero, buscando siempre las tablas, en el caballo se dejó pegar y no se le dio, y después incluso se repuchó. Dos quites se tragó el morlaco, con la diferencia de que Jiménez Fortes se jugó el tipo al tardar demasiado en rematar unas ajustadas gaoneras, y que César Jiménez volvió a enseñarnos una vez más el que debe ser el quite de moda, o simplemente el más sencillo, adivinen cual es, en esta Feria ya se ha visto alguna que otra tarde. El animal llegó manseando a banderillas, reafirmando su salida oliendo tablas y el joven malagueño le logró sacar pases a base de arrimarse pero sin tirar del recurso de llevar al toro a su terreno, donde quiza le hubiese costado menos y pudo sacar más. Una estocada contraria, por tirarse bien y atracarse de morrillo hizo que le pidiesen dos y le diesen una. Siguen las rebajas en San Fermín, aprovechen, que son sólo ocho días de Oro.

Buena estocada de Jiménez Fortes al tercero, el argumento que mejor defiende el trofeo concedido


Sueltecito salia también el cuarto del recibo capotero, y aunque empujó abajo en el caballo, en un puyazo trasero, se dejó pegar en el segundo y estuvo muy tardo, pero eso sí fijo, ante los peones que le banderillearon. César Jiménez estuvo digno, correcto diría yo, dando media distancia, y sacando colocandose lo que tenía pero de uno en uno, no se peleó con él ni lo sobó y en aquello quedó la cosa. Un goyetazo que no mereció el toro debió pagar el cabreo que acumula el fuenlabreño por sus ausencias en ferias.

El quinto también salió abanto y aunque empujó en la primera vara que tomó al relance, debió ser por no saber a donde iba, ya que en el segundo puyazo salio suelto manseando descaradamente. Apretando para los adentros y esperando a los peones se mostró en banderillas, y a duras penas fueron capaces de dejarle cuatro palos en el morrillo, y eso que pese a apretar estaba descastado, y los peones estaban más que avisados de como iba a comportarse. Ahora entiendo el porque del pánico en caso de que el de hoy venga de cocina con una pizca de guindillas, si soso cunde la ineficacia, picantito cunde el pánico. Rubén Pinar ha sabido llevarlo a las rayas y llevandolo muy tapado, sujetarlo y así poder dar varias series con cierta emoción antes de que se rajase; pero tampoco vayamos a pedir peras al olmo: estuvo con muchas precauciones y la técnica no podía tapar al completo cierta vulgaridad, tras unos bonitos remates por alto le pegó una buena estocada haciendo bien la suerte y le cortó una oreja.

El sexto no tuvo tantos pies al irrumpir, y se dejo, tuvo también fijeza, pero si poco se le pegó en el primer puyazo, menos aun en el segundo encuentro. Ante los rehileteros iba y venía, había salido el más noblote para la muleta, que sin llegar a ser un toro importante, no molesta y se deja trasmitiendo algo si el torero pone también lo que falta, incluso llegó a demostrar un pequeño argumento que evita que lo tache de pastueño o incluso de borreguín, y es que los circulares por detrás, no se los quiso tragar tan fácil. Jiménez Fortes estuvo firme con él y se vio que quiere ser torero, y le sobo y sus manoletinas finales tuvieron quietud y valía, la estocada muy contraria que colocó, y un golpe de verduguillo, provocaron una petición fuerte, que derivó en trofeo. Es de comprender que los toreros alucinen cuando piensen en qué hay que hacer para abrir la Puerta de Madrid. Normal, sí es que los cerrojos están tan flojitos...


Valor, firmeza y frescura bastaron para abrir la Puerta del Encierro

Sobre el señor Gallardo solo comentar que espero que en sus notas tenga cosas parecidas a lo que se ha visto, porque lo que diga, no me importa tanto como lo que haga, y espero que esto ultimo sea tomar medidas ante la mansedumbra, falta de pujanza de sus reses en el caballo, de chispa, y de bravura y se deje de buscar al que mas cuernos le crezcan.

Más que nada lo digo porque me ha gustado mucho su ganadería y porque sería una pena que tan pronto haya agotado el fondo de casta de la vacada.

Cartujanillo.

Fotos Maurice Berho para aplausos.es

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