1ª Fallas`11: Un tercer toro y poco más.

La gente hizo el esfuerzo de acudir a la plaza en día con tiempo inestable y en masa la llenaron, pero ni Don Simón ni el señor ganadero, que apuntaba ciertas garantías, correspondieron con el esfuerzo de los valencianos. Los dos primeros ejemplares de Toros de Cortés, no ofrecieron mas que descaste y flojedad, con lo que la emoción brillaba por su ausencia, y así no puede haber nunca milagro, por muy bonito que intente ponerse Ponce. La corrida para cualquier plaza de primera se tapaba por la cara, pero no habría sido aprobada en cuanto a remate atrás en lugares de mayor exigencia.

El tercero fue otra cosa, El Juli lo recibió fenomenal, saliendo con el hacia los medios, y el noble animal, que iba con todo hacia los vuelos de su capote, quedó parado tras una buena media. Una vez parado el toro, la lidia y la suerte de varas pueden fluir, cosa que se complica tras un mal recibo. Julián lo dejó en suerte frente al caballo con un capotazo y un torero remate, y a la distancia adecuada, y Diego Ortiz no marró y pico mas o menos delantero (no se pudo apreciar muy bien en el televisor). Tras un quite variado de chicuelinas y tafalleras, lo volvió a dejar en suerte, pudiendo ver moverse e ir de frente al caballo de Ortiz, lo cual es de agradecer en un festejo donde se tapó la salida, se picó trasero y caído, y las reses entraron al relance al peto. El castigo no fue mucho, pero dosificado.

La faena tuvo su cumbre en los incios y remates, la cabeza en su sitio y los terrenos también, nada más faltó empezar a torear con verticalidad, afinar un poco el pitón izquierdo, y sobre todo tirarse a matar por derecho y con todo sobre el morrillo, siendo así, ese pinchazo no habría descafeinado su triunfo. A pesar de todo, bajó mucho la muleta, exigiendole al animal un barbaridad, pues si bien no se ceñía con el lo que un toreo vertical tiene por concepto, si le llevaba muy largo, y el motor, la casta y la nobleza del de Victoriano estuvieron a la altura.

Poco mas que reseñar de un festejo que se difuminaba con un quinto y cuarto dignos de pensión de invalidez, y un sexto aspero con el que el Juli decidió jugarsela y no lidiarlo, y le señaló la cornada un par de embroques y al entrar a matar. Pero aun asi le sacó algun muletazo digno, aunque pienso que debiese haberlo lidiado tal como la condicion del colorado pedía.

Sobre el sobrero no voy a opinar porque yo tambien abandone "la plaza" del plus tras morir el sexto, esta costumbre elimina el valor del sorteo, donde la suerte ha mandado a unos el lote y a otros el peor lote...y sobre todo, debe regularse en el reglamento a ocasiones especiales como festivales o festejos conmemorativos...no debe instaurarse en la lidia ordinaria y menos aún en las ferias de primera categoría.

Cartujanillo.