sábado, 7 de junio de 2014

Una auténtica corrida de TOROS ¡Gracias Victorino!

"la casta estuvo presente del primero al último"

Esta tarde la emoción estuvo presente desde el ruedo hasta el palo de la bandera, fue muy dificil desconectar del hilo de la corrida, siempre atento, siempre pendiente, hasta el punto de que salia el sexto, pero pensaba que era todavía el segundo, de lo rápida que se me hizo, podía haberse traído otros seis más, que estaba siendo el día...Hasta el punto de que después de volver a verla en la repetición televisiva, y pese a los comentarios, se me volvió a pasar rápida por lo intenso, y me dejó sin sueño, incluso con ganas de volvérmela a tragar, y aquí me veo, escribiendo de madrugada con ansía por analizarla y matizarla, por contar la sensación de satisfacción que he tenido al acabar la corrida, al salir y comentarla con buenos aficionados y ver como al igual que yo, también la habían saboreado como unos críos, y es que me he emocionado como un niño desde mi asiento, viendo lo que llevaba muchos años sin salirle a Victorino, teniendo claro que Victorino Martín Andrés, el patriarca, ha podido volver a ver años después una corrida "de las suyas" y esperanzado, satisfecho de que Victorino hijo nos cierre el pico a unos cuántos como yo que pensaban que nunca volvería la ganadería por estos fueros con su selección, lo que aumenta para próximas corridas y temporadas el interés que ya de por sí en mí despertaba el poder ver lidiar "victorinos".

"...su fiereza y su mala leche, su viveza en el mirar..."

Una auténtica corrida de Toros con mayúsculas, con su casta y sus complicaciones, su fiereza y su mala leche, su viveza en el mirar, su trapío imponente, la seriedad y agresividad de sus miradas, lo parejo de sus hechuras, su acometividad, poderosa, correosa, dura, y también con sus pasajes de nobleza, aunque no de clase. No una corrida "buena", del toro bueno que se empeñan en llamar bravo (Hasta que un día a Daniel Ruiz se le escapó lo cierto hablando de dos de sus toros "fueron más bravos que buenos") de ese toro no está uno cansado, pero sí de el otro porcentaje aburrido y monótono de toros que hace falta tragarse para que aparezca ese, y ya tenía uno ganas de vivir esas sensaciones de tensión y de emoción que te enganchan a la corrida sin tener que forzarse uno mismo a no estar a otra cosa para tratar de no perder detalle, una tarde en la que lo que sucede se vive, y se suda sin tener porque hacer calor. Una corrida en la que la casta estuvo presente del primero al último, muy dificil para los toreros (Nadie dijo que ser matador de toros fuese fácil, y corridas como esta dignifican aun más si cabe dicha profesión), una corrida en la que poder ver el tercio de varas. Una corrida que estoy ya deseoso tras el preámbulo, de detallar toro por toro, atendiendo a mis notas y a mi retina, que es lo que se me da algo mejor que mi escueta literatura. Al lío:

"...buenas embestidas que tuvo por el pitón derecho..."


56-MADRILEÑO: Como varios de sus hermanos, ha sido ovacionado de salida por su presentación, un toro cortito pero bajito y con gran remate, algo lejano del clásico de la casa, que ha ido apareciendo después toda la tarde, y de una estampa preciosa. Salió distraído de los lances de Uceda Leal, haciendo una buena pelea en el primer puyazo, una vara fuerte algo trasera, entrando para la segunda al relance, rectificando Pedro Iturralde. Lo sacaron rápido y cambió a banderillas, sin dejar ver y contrastar que la pelea de bravo que hizo en la primera persistía en una tercera entrada, la cual todos los toros de la corrida hubiese admitido, aunque al menos pudimos verlo en dos de ellos. Fue reservón en banderillas, midiendo, haciendo hilo, y pegando algún arreón, llegó a la muleta con nobleza y sin gran trasmisión. Uceda le dejó andar a su aire, sin meterse con el en los muletazos de comienzo y en la primera serie. Por el izquierdo más complicado, quedándose corto y protestado, pero el torero de Usera no aprovechó ni apostó, se limitó a estar aseado ante las buenas embestidas que tuvo por el pitón derecho, obedeciendo y humillando, aunque sin llegar a querer coger la muleta hasta el punto de seguirla con gran recorrido, pero un toro para estar mucho mejor, y más tratándose de un torero con gusto como es Uceda Leal, y que además sabe sobar y entiende estos toros, pero hoy como en el conjunto de su carrera, faltó ambición y dominó el conformismo o la resignación. Lo mejor de su tarde, la buena estocada tras el pinchazo.

Uceda Leal: Pitos.
Encastado y noble, algo soso: Ovación.

"...bien armado y con mucha expresión de viveza en su mirada..."
57-ESCRITOR: Fiero de salida, altote, el que más de la corrida, bien armado y con mucha expresión de viveza en su mirada, brincando con brusquedad en los primeros compases, en los que brilló Antonio Ferrera, sacándolo a los medios, dándole sitio y enseñándole a embestir por bajo. Lo lució en tres varas en las que a Dionisio Grilo le falló la punteria como varilarguero, cumplió en la primera, acudiendo después con prontitud a la segunda, de la que salió suelto. Ferrera dio una lección de nuevo de porque se llama tercio de quites, y realizó el suyo quitándolo del peto, dejandolo garboso en suerte al finalizarlo, en los mismos medios, desde los cuales el animal tardeó, cerrándolo a una tercera, en la que cumplió y lo sacaron enseguida. Mucha fijeza en banderillas, pidiendo siempre las afueras, querencias que aprovechó con inteligencia el extremeño al parear, cuadrando en la cara. Faltó firmeza en el inicio de faena, y el toro no permitía las dudas ni el enmendar la colocación en el embroque, enseñándonos un buen pitón izquierdo, por el que humilló con recorrido. Volvió a montar la muleta en la diestra, citando con la muleta retrasada por lo corto del viaje, que se alargó en los lances en que se apretó y le atacó, que desgraciadamente fueron pocos pese a que de final quisiera dar naturales con la derecha, lo suyo hubiese sido instrumentarlos en terreno de los medios que el cárdeno pedía, y por el pitón que mejor condición mostró, el izquierdo. Si bien, Ferrera, que conoce los terrenos y las querencias de los toros, supo que en el centro del platillo el toro le hubiese pesado mucho más, y ya bastante estaba sudando en el tercio. No obstante dejó claro que lo supo ver, matando en la suerte natural tras pincharlo abajo en la contraria, dejando un buen espadazo, algo caído.

Antonio Ferrera: Palmas tras aviso.
Encastado, fijo y con buen pitón izquierdo. Buen toro. Ovación.

"...trincherazo, que recortó el viaje del toro, y que le cambió por completo..."


27-VENGATIVO: Le tocaron las palmas de salida, apretó con brío en los lances de recibo de Alberto Aguilar, que después descuidó la lidia, dejándolo al relance en vez de puesto en suerte para la primera vara, en un buen tercio de su picador Juan Carlos Sánchez, que agarró un buen puyazo en todo lo alto y en el que el cárdeno cumplió haciendo buena pelea. Lo cerró tras abrirlo para la segunda y que tardease, cogiendo otro buen puyazo, en el que cumple antes de que el buen capote de Rafael González lo sacase para que interviniese Uceda en su quite. Humillador y fijo ante la brega que le llevó toreado, largo y sometido por abajo, pero midiendo a los banderilleros sin tampoco hacerles hilo. La faena inició por bajo, seguida de dos series ligadas por el derecho, trasmitiendo mucho la segunda, buena, mandada y con ajuste, pero rematada equivocadamente con un trincherazo, que recortó el viaje del toro, y que le cambió por completo, mosqueándolo y teniendo que cambiar de pitón, pero el toro ya se había trasformado, y con temple y los vuelos con suavidad respondió bien, pero el frenazo, hizo que se le subiese a las barbas, mucho más correoso y pese a todo Aguilar dio la cara, hubo emoción mientras trataba de tirar de él como si nada hubiese ocurrido, pero lo que llegó a reponerle sobre las manos practicamente en el momento del embroque, hicieron que lo mucho que había que poder y domeñar le desbordase. Petardo con la espada, despachándolo de un sartenazo.

Alberto Aguilar: Ovación.
Encastado a bravo, gran toro. Ovación.

"...levantando la mano para aliviar el final de los muletazos..."

16-JAQUECO: Tuvo nervío de salida, y también se premió su presencia, Uceda Leal lo dejó a relance para la primera vara, que cayó trasera y en la que cumplió con fijeza, acudiendo con prontitud a la segunda, un traserazo rectificado en el que apretó el toro. Pero lo emocionante fue el gran chocazo que pegó en la tercera vara, a la que acudió pronto por su fijeza con el caballo, casi desmonta a Francisco de Borja Ruiz, que agarró un buen puyazo. Bravo en el caballo, en banderillas fue complicado, esperando y estirando el cuello en la reunión, haciendo hilo con fijeza. Sacó nobleza en la muleta, y algo de sosería, Uceda se llevó el lote más suave y toreable, pero ante este tampoco se apretó ni decidió atacarle, volvió a pasar por allí desapercibido, como si nada, levantando la mano para aliviar el final de los muletazos, en vez de obligarle y hacerlo por abajo, ¡ni que anduviese justo de fuerzas!. La embestida no fue lo humilladora que tenía que ser, pero a media altura, embestia al toque y con obediencia en la muleta. Algo más humilló por el izquierdo, dejando dos buenos naturales Uceda, aunque, de nuevo sin apostar, con un toro que pudo tener más. Estocada baja tras pinchazo.

Uceda Leal: Pitos.
Bravo en el caballo, noble en la muleta. Ovación.

"...iba a ser muy complicado, había mucho carbón."

94-MAJITO: Mucha acometividad en los lances de recibo, aunque parándose a medir y a pensar sin emplearse tras ellos, protestó haciendo sonar el estribo en la primera vara, aunque empujando con fijeza y riñones cuando le taparon la salida, recibiendo una señora vara y mostrándose poderoso. Y es que a la victorinada se la ha pegado en varas más que a ninguna esta feria. Acudió gazapeando ahorrándose el desgaste del galope, hizo sonar el estribo a base de gañafones geniudos y salió suelto. Impresionante la manera de medir, esperar, cortar y arrear a Ferrera en banderillas, que estuvo meritorio e inteligente, cambiándole el viaje en el tercer par, ya que le venía apretando hacia los medios, y marcó la reunión hacia los adentros, aunque aun así alargó el cuello, tirando un gañafón del que fue milagro escapase. El toro iba a ser muy complicado, había mucho carbón. Inició de faena ya sobre las piernas, mas que doblándose para probarlo y tratar de alargarle para que rompiera, sin confiar en opción alguna, pasandolo de pitón a pitón, buscando los costillares y tocandole las orejas, acortándole las embestidas, entre una gran emoción, aunque fue paradójico que después de ese inició quisiera justificarse probandolo, para continuar de nuevo sobre las piernas, una lidia poderosa y que pedía el toro, pero que quizá ya de inicio, restaba cualquier opción posible de que alargase el viaje, de ahí que parte del público le recriminase, mientras que una minoria tratamos de hacer ruido con las palmas ante la emoción de su toreo sobre las piernas, la lidia que pide más de un toro y que vemos pocas veces por el empecinamiento de que todo son derechazos y naturales.

"...con la mala fortuna de lo certero del cárdeno, que lo prendió muy feo al incorporarse y estirar el cuello hacia él..."


Entretanto, el manso ya estaba en chiqueros, y apretando hacia ellos, pese a su fiereza, temperamento y casta desbordante. Ferrera esta vez no anduvo tan fino con las querencias, y lo pinchó cuatro veces en la suerte natural hasta que consiguió dejar media muy baja que apenas le hizo daño, quizá pensó que dándole salida hacia chiqueros, en la suerte contraria, le hubiese apretado más, aunque pienso que le hubiese ayudado a que descubriese y haber podido meter mejor la mano que como lo hizo, pues al tratar de dar salida a la embestida hacia las afueras, ésta se volvía literalmente en su contra, arreando hacia toriles. El toro se echó pero seguía entero, y como en banderillas, midió, esta vez al tercero Manolo Rubio, que acudió confiado y sin el capote por delante a cachetear, con la mala fortuna de lo certero del cárdeno, que lo prendió muy feo al incorporarse y estirar el cuello hacia él, vendiendo cara su vida.

"...cómo si estuviesemos en una portátil y nadie supiese que esa trampa estaba inventada."En la foto: Raúl Ruiz

Un despropósito que mientras se llevaban al herido a la enfermería tan solo se sujetase al toro coleándolo, sin ningún capote entre él y las asistencias, pudiendo haber pegado un arreón llevándoselos por delante sin que nadie lo cortase, provocandose acto seguido un desconcierto y una gran bronca por parte del público, que nos pusimos de parte del toro al ver como Raúl Ruiz abusaba de él, pisandole el rabo mientras Ferrera intentaba cachetear, tapándose con el capote cómo si estuviesemos en una portátil y nadie supiese que esa trampa estaba inventada. Volvió a tirar de casta y pese a tropezarse de atrás por tener anclado el rabo, se levantó, cayendo después en una muerte encastada, lo que propició esa ovación inmerecida en el arrastre, que fue a mi entender como respuesta a la indignación que supuso la actuación del de plata, y que provocó también el broncazo a Ferrera, que ni mucho menos había estado tan escandaloso durante la lidia, excepto con la espada. De no haberse producido ese hecho tan feo y ruin, estoy seguro de que el público hubiese reaccionado de otra manera más equilibrada. Conozco algo a la plaza y también a mi mismo, que he reaccionado así.

Antonio Ferrera: Bronca.
Manso, poderoso y encastadisimo. División.

"...lo aliñó, viéndose un torero sobrepodido por la papeleta..."


46-COMINERO: Rebrincado y con agresividad de salida, humillando y pareciendo algo justo de fuerza, por cierto, el único no aplaudido de salida, casualmente el de más peso en la báscula (a otro perro con el cuento de que en Madrid solo se miran los kilos y se quiere el mastodonte). Tomó una vara trasera en la que apreta fijo, llevándo la muleta hasta apretarla contra tablas, cumpliendo en una buena pelea a la segunda entrada, aunque cabeceando algo, en otra vara fuerte, quedándonos con ganas de verlo en una tercera, algo que también se pasó por la mente del matador. Apretando y reservado en banderillas, aunque sin llegar a tablas. Alberto Aguilar todavía estaba desbordado de cuando Vengativo, lo probó con toques muy defensivos y bruscos, el toro se frenaba pero no se comía a nadie, es más, humillaba, y quizá algo más de sobo con suavidad le hubiesen venido mejor, pero una vez vio que no se desplazaba, lo aliñó, viéndose un torero sobrepodido por la papeleta y con ganas de que acabase pronto, sin que se llegase a ver lo que pudo dar de sí este toro en la muleta. Mal con la espada, agarrando menos de media y descabellando tras varios pinchazos marchándose de la suerte.

Alberto Aguilar: Silencio.
Encastado y con buena nota en varas. Soso aunque escondido en la muleta.

"...no hay un solo toro del que hablar, sino que se comentan cosas de los seis..."


Y tras detallarla me quedo además de explayado, convencido de que es de las que va a dar mucho que hablar, de las que tienen matices, las que tienen para rato de conversación, en las que no hay un solo toro del que hablar, sino que se comentan cosas de los seis, las que quedan en la memoria pese a que ningún azulejo lo recuerde al entrar por el desolladero, y es que una vez vivida que hagan lo que quieran y que la juzguen como quieran. Yo me quedo con la experiencia desde mi localidad en la plaza y lo que me alimentó en sensaciones y lo demás, despojos. Y por ello no me queda otro remedio que agradecérselo al ganadero, tal como hice desde el titular. A la terna porque mejor o peor, han estado ahi, y sin ellos solo hubiese sido posible admirar la belleza de estos toros en el campo, como ya hice. Y sin olvidarme de #FuerzaManoloRubio al que deseo una pronta recuperación.

Rubén Sánchez.
Fotos: Juan Pelegrín.

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