miércoles, 8 de mayo de 2013

El Ventorrillo, una camada de gran seriedad y remate

Serio y rematado, musculado

 

Acudimos hasta la dehesa toledana, limítrofe a unos kilómetros con la provincia de Ciudad Real, en término de el municipio de Los Yébenes, para contemplar la camada de un hierro clásico en los últimos años en los carteles de mayor expectación. Se trata de aquella alquimia que hace unos veinte años inició Paco Medina, hoy ya en propiedad de D. Fidel San Román, que además de poseer el hierro de El Ventorrillo, en el que lo herrado mantiene la procedencia Domecq-Díez, también administra la vacada de encaste Villamarta, origen Guardiola, que lleva su nombre.


La plaza de tientas, espectacular
 
La camada es larga, entre las corridas apartadas, destacar varias de gran seriedad y buenas hechuras, como por ejemplo la que rendirá compromiso dentro de unos días en la Feria de San Isidro. Caras de primera y toros muy típicos de la casa, unas cinco corridas de saca tiene la divisa manchega. Todavía permanece en el recuerdo de la afición madrileña aquel Cervato, al que Talavante cortó los dos trofeos, un animal de los que hacen falta cada tarde y que devolvió la emoción a los tendidos en cada una de sus embestidas.

 





 Por otro lado los villamartas están representados en dos corridas, también de gran seriedad, en el tipo de su línea, predominando las capas negras sin apenas excepción, y con esa alzada y hondura que trae el recuerdo de los Guardiola Domínguez, y al igual que se hace mención a Cervato, también rinde homenaje a este hierro un animal quizá menos nombrado a nivel general, pero también sonado y archovado en la afición más cabal, aquel Tigretón, utrero que salió en segundo lugar en un domingo primaveral, que tuvo carbón a rabiar, pero carbón encauzado hacia bravo.



Uno de los Villamartas de Fidel S. Román


Deseamos suerte a la divisa toledana, y esperemos que sus ultimas buenas tardes, como la de el pasado año en Illescas, pese a que en Madrid la cosa no fuese como se esperaba, vuelvan a colocar por el mérito de sus toros a la ganadería en el puesto que tuvo, y no simplemente por la imposición o preferencia de quienes entonces la pidieron tanto.

Cartujanillo. Fotos Josué Moreno.

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