viernes, 30 de mayo de 2014

Petardo de El Pilar. Pena por la espada de Talavante.

A Talavante ya le ha robado la espada una oreja cada una de sus tardes.

La vacada salmantina inició la mecha de su petardo desde la presentación, nada de recibo para estar en Madrid, pero además tuvo el denominador común de la mansedumbre y la falta de fuerzas, muy acusada en algunos de los lidiados. Tampoco decían nada en la muleta, muy desentendidos en general y sin entrega, junto a alguno rajado. Tan solo Fantasioso-97 marcó una línea distinta. Detallemos la lidia toro a toro del encierro charro:

Fantasioso y su mirada noble, en los corrales, donde me gustó por la mañana.

"Cuadró muy en la cara José Chacón, en un par de mucha exposición"
Abanto y suelto en los primeros compases, blandeando y desentendido hizo aparición Resistente, primero de la tarde. Salió suelto de su primer encuentro en varas, al igual que del segundo, en el que cumplió algo más pero se marchó muy desentendido de la pelea. Faltaban las fuerzas y el castigo fue mínimo. Llegó al segundo tercio haciendo hilo y apretando a los adentros. Cuadró muy en la cara José Chacón, en un par de mucha exposición. También dejó buenos capotazos en la brega Javier Ambel, en los que se vio una embestida tirando la cara alta por el derecho y humillada pero sin apenas viaje por el izquierdo. Sentado en el estribo inició faena Sebastián Castella, pero se le marchó muy suelto a la marcada querencia que había tomado, el burladero del 10. Le buscó el francés, y allí prosiguió sentado, rematando por bajo una vez se incorporó, saliendo acto seguido a los medios, con la muleta montada. Tras cambiar a la zocata se le desplomó, teniendo dos banderilleros que ayudar a incorporarse al burel. Una colada al natural le llevó a cambiar de pitón, insistente, logrando ligar una tanda a media altura, poniéndose después mas que insistente, pesado. Lo mató de buena estocada tras un metisaca en blando.

Sebastian Castella. Silencio tras aviso.

Manso, descastado y flojo. Silencio.

"a su paso por arrastre, recibiendo allí una vara trasera, buscando el costado izquierdo del equino, durmiéndose sobre un pitón tras apretar en los pechos..."

El segundo de la tarde también salió suelto de los vuelos en el recibo. Tampoco su matador, José María Manzanares, hizo mucho ademán en salir a recogerlo ganando terreno, pues quiso que se lo cerrasen para poder lucirse a pies juntos, aunque no le quedó otra que salir a buscarle, dada la abanta condición del astado, que se paró enseguida tras los lances. Al relance se encontró con el caballo titular, que iba camino de contraquerencia a su paso por arrastre, recibiendo allí una vara trasera, buscando el costado izquierdo del equino, durmiéndose sobre un pitón tras apretar en los pechos del jaco. Sin pegarle, defendió el flanco izquierdo el jinete tapándole salida, costando sacarlo. Pero costándole no a su matador, sino al director de lidia. Manzanares no entra en Madrid ni a martillazos con su toreo de muleta, pero también le costará si descuida hasta ese punto la lidia de sus toros. En contraquerencia se arrancó con prontitud, pero apenas si se le señaló. Se lo llevó a los medios Talavante para quitar a la verónica, pudiendo ejecutar un solo lance por lo huidizo y desentendido del morlaco, que blandeó en el remate. Este marcó su querencia en sol, en las tablas del 5, reservándose y haciendo hilo. Rafael Rosa anduvo apurado con los palos, no resolviendo al sesgo o de dentro a fuera en vez de tener que cuartear en tan poco espacio. Curro Javier bien en la brega.
Inicio en los medios el trasteo, con dos series a derechas, siempre desde fuera, hacia fuera y muy separado, encadenando los muletazos, es decir, sin llegar a rematarlos para enganchar el siguiente. Con la izquierda más despegado si cabe, regresando al pitón derecho, en una tanda muy recriminada en una fuerte protesta. Tras rubricarla, buscó el bicho los chiqueros, y el matador fue detrás de él, pero no quiso saber nada de la pelea ni en aquellos terrenos, marchándose. Estocada baja.

Manzanares: Silencio

Manso, descastado y rajado. Silencio.

Buena media de remate, con el capote partío


Se protestó de salida el corrido en tercer lugar, un toro cinqueño al que faltaba cabeza, y que rajó el capote a Talavante en los lances ligados que hilvanó de recibo, ante la embestida más repetidora del toro salmantino. Blandito ya de salida, salió suelto tras tirar arriba la cara en el peto, sin apenas ser castigado. Apenas se señaló en la segunda y aún así la flojedad encendió la protesta, que fue bastante fuerte pero no atendida. Aquerenciado a tablas y parado se mostró ante los de plata, aunque con fijeza. Lo saco a los medios para iniciar faena, pero desentendido y sin entrega, siempre a media altura y tirando la cara alta al final del muletazo, hizo abreviar al extremeño, que metió la mano con habilidad en vista de lo poco que ayudaba el burel, dejando el estoque desprendido y trasero.

Talavante: Silencio.

Manso, inválido y sin entrega.

Javier Ambel pareando al cuarto


Potrico, lidiado en cuatro lugar, repitió a los lances de recibo, encontrándose suelto con el caballo de picar a su paso por el 10, donde tomó el primer puyazo, trasero y caído, sin apenas pegarle pese a taparle la salida. Repuchó y cabeceó el burel, que salió suelto y desentendido tras cabecear en la vara trasera que tomó en terreno opuesto a chiqueros, también blandeando al salir del peto. Desentendido, reservón, a media altura y tirando alto la cara ante los banderilleros, aunque algo de fijeza también mostrase. Algo más de entrega iban tomando sus embestidas al irse metiendo en la pañosa en el centro del platillo, defendiéndose sin embargo por el izquierdo. Acortó distancias con la diestra, pitón por el que terminó humillando y con algo de recorrido, pero sin decir nada. Muy pesado de nuevo en alargar el trasteo, pinchándolo curiosamente en la suerte natural, además muy fuera de rayas, queriéndole dar sin ser el caso, muerte de bravo. Mató tendido en lo alto y le tocó correr, pues perdió su defensa, la muleta.

Castella: Silencio tras aviso.

Manso, soso y noble. Fue a más en codicia y entrega, pero sin trasmitir.

Doblando una pezuña en este derechazo, muy escaso de fuerzas el quinto.

Suelto de los capotazos de recibo se marchaba el quinto, protestado de salida por su escasez de pitones, y lo sospechoso de ello, se fijó enseguida, blandeando desde primera hora, costando arrimarlo a jurisdicción de contraquerencia para que tomase la primera vara. Un traserazo fuerte y en el que apretó con riñones y fijeza al serle tapada la salida, saliendo con las fuerzas bajo mínimos, tocándole al alicantino hacer lidia paliativa, no señalándole ni con los cortes de la puya en el segundo encuentro con la montura de J.A.Barroso. No obedeció a los capotes al hacer hilo tras los peones. Bien Rafael Rosa en la brega. Tras iniciar por bajo se lo sacó a las afueras, teniendo que perder pasos y vaciarlos por arriba al querer torear al natural una embestida muy descompuesta y gazapona. Suavona por el derecho, bobalicona y siempre a media altura, sin poderle obligar, llegando a pasarse de faena, hasta que marchó a por la de verdad tras protestarle por el izquierdo viniéndosele al pecho. Como a su compañero, le tocó correr tras el pinchazo, pero más que por perder la tela, esta vez por soltarla al dar el toque fuerte abajo. Agarró después, tras pinchar de nuevo, media en buen sitio.

Manzanares: Silencio.

Manso, inválido y bobalicón.

La plaza sabía de las posibilidades del toro, y la ovación fue cerrada y agradecida en el brindis.

Humillaba en los lances de recibo el toro que mejor hecho estaba del desigual encierro, unos lances buenos de Talavante, que lo recibió muy dispuesto. Queriendo atender y cuidar la lidia, algo que mejora con respecto a muchas de sus actuaciones pasadas, tuvo un ejemplar que salia muy suelto y que hacía hilo, pero fue precioso el remate a una mano con que quiso dejarlo en suerte la primera de las varas. Cayó trasera. En ella cabeceó y lanzó gañafones fuertes, antes de que el extremeño hiciese un buen quite a la verónica. También quiso dejarlo en suerte a media distancia y con un remate, pero le hizo hilo y quedó más cerca de la raya, entrando a que apenas le señalasen, en la que de nuevo cabeceó. Javier Ambel puso un buen par por lesión de Valentín Luján, a un toro que habia llegado a banderillas con prontitud, alegría y fijeza en las embestidas, bien conducidas en la brega por Juan José Trujillo. Con la diestra inició la faena, algo trastabillado en tablas del 7. Pero lo bueno estaba por llegar, y en los medios, ligó una buena serie de derechazos, rematados por bajo, haciéndose presente la flojedad del morlaco. Quiso mostrar, lucir su buena mano izquierda, pero el pitón era el derecho, y pese a no ser mala la serie, salia a media altura del muletazo y sin mucho viaje, diciendo menos. Muy templada y limpia la que siguió, por el lado derecho, toreando con verticalidad y mucho ajuste, dando los frentes en el cite. Bajó un poco la intensidad al volver a la zocata, rematando por el lado derecho una faena justa y medida, enfrontilado de principio a fin para sacar los muletazos. Unos adornos y a por la espada. Pena de espada, pues ya le quitó una oreja en su primera tarde, la de Montalvo, y hoy otra con fuerza, y es que el pacense se está quedando fuera de muchas de las ferias a raíz de ser apoderado de forma independiente, y de lo que está apretando a sus compañeros compitiendo directamente con ellos en los carteles. Y sabe que tiene que pasar algo por cojones este San Isidro. Por suerte, le veremos igual o más dispuesto en Beneficencia, y con el alto voltaje de Fandiño y Juli, que tampoco se dejan ganar la pelea. Estocada tendida y caída tras dos pinchazos, el primero, en lo alto.

"con prontitud, alegría y fijeza en las embestidas, bien conducidas en la brega por Juan José Trujillo."

Mano baja en el derechazo.


Talavante: Ovación tras aviso.

Manso, noble y con calidad para la muleta. Justo de fuerzas.

Rubén Sánchez.
Fotos: Juan Pelegrín

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