lunes, 19 de mayo de 2014

Alberto Mateos, los Ibanes charros

Serio por delante, desafiante a quien se acercaba a la sombra de su roble.
Estamos en la provincia de Salamanca, pero nos metemos en Zamora nada más salir de los lindes de Izcalina, una bonita finca, ondulada y buena en alimento de sus praderas, en la que además de alguna encina, y alcornoque dominan los fresnos y robles, dando así muestras de la humedad que mantiene allí el subsuelo. Limitada por un arroyo, el de Izcala, y atravesada por varios, pertenece al término de Valdelosa (Salamanca), pero la localidad más cercana es la de Mayalde (Zamora), cuyo término limita la pista que conduce a la finca y que bordea la parte más ubicada al norte. 

Hondo, largo, con cuello y descolgado.

El de la izquierda está inscrito en la AGL.
El que fuese de Ramón Frías, con su característico estribo, en la UCTL
Don Alberto Mateos Arroyo, de familia ganadera charra, ya que son parientes suyos los también salmantinos Hnos. Mateos Sánchez; adquirió en torno a 1989 la finca y reses a los herederos de D. Baltasar Ibán Valdés, que marcó con su hierro inscrito a su nombre en la Asociación de Ganaderías de Lidia hasta que, en 1998 adquiere un hierro asociado a la Unión de Criadores de Toros de Lidia, el que perteneciese a Ramón Frías, constituyéndolo con 80 vacas y 3 sementales de procedencia Ibán del otro hierro, conservando divisa y antigüedad, sin modificar tampoco el hierro. Redujo la compra y se quedó también con 32 vacas y un semental de Frías, procedencia Gamero Cívico, manteniendo ambas líneas por separado. En 2005 elimina esto último, manteniendo sólo la línea Ibán, herrando la mayoría en el de la UCTL.


Plaza de tientas, octogonal.

La finca ocupa unas 500 Ha. siendo su aprovechamiento unicamente ganadero. Cuenta la vacada con unas 90 concubinas, divididas en dos lotes, estando con el semental unas 35, siendo apartadas las paridas, pues hay que guardarlas de noche a cercas de mallazo, en las que los lobos no puedan meterse y causar alguna baja.
Imponente el semental, serio y cortito de manos, con su lote de hembras.
Algunos ejemplares del lote de cubrición entre los melojos.
Una joven utrera posa por delante.

Más afilada esta, caminando entre la espesura.
Un poquito de todo, incluso una carbonerita. Guateles deja su huella.
También se debieron podar aquí en su día los fresnos al trasmoche, como en las tierras de El Escorial.
Pero hace tiempo que no se aprovechan los brotes nuevos para el ramoneo veraniego.
La camada dado el número de vacas, es corta, y ya que aquí no se lidia nada de eral ni utrero, sobreviven todos aquellos que han ido superando la selección natural de bajas o accidentes, quedando para este 2014 una torada de saca de la que pueden salir 3 corridas de toros, unas 21 reses. Añadir también que pese a no quitarse novillos ni erales de desecho, los cuatreños presentan en su mayoría unas encornaduras serias y un buen esqueleto, con caja y culatas para poder ser lidiados en cualquier plaza de segunda, quizá algunos por encima de este nivel, sin llegar a alcanzar el trapío exigido en las de primera de mayor importancia, pero sí en alguna que catalogada administrativamente como primera, está entre primera y segunda.


Dos serios y entipados ibanes.
Con pecho y caja, mirada seria y encornadura típica de su línea.

Lidió el pasado 2013 dos corridas de toros, en localidades segovianas, Sepúlveda y Riaza, comentándose de lo encastado de ambas. El que les escribe pudo contemplar la de Riaza, dando fé de lo dicho.
Mirada más noble.
Otra anécdota curiosa, es que en el inmenso cercado del que disfrutaban los toros de saca, un terreno ondulado y en que se perdía la vista, los castaños y colorados se agrupaban por separado de la piara de los de capa negra, estableciéndose dos grupos. 

Hondo y serio por delante este castaño ojalado.

Ojo de perdiz en cambio, este colorado. De mirada encendida y con dos velas.

Esto fue lo que ocurrió tras alterar nuestra visita la tranquilidad del cercado e incurrir la zona de los negros uno de los castaños, aunque afortunadamente, solo se marcaron el terreno, se midieron, y cada uno por su lado.
 Deseamos suerte a la vacada para esta temporada, especialmente con el tema sanitario, pues la mayor de las suertes seria que le concediesen la carta verde a la ganadería y así poder optar a entrar al mercado francés, que tanto demanda este tipo de toro. Asimismo agradecer también el buen trato recibido en nuestra visita.

 Texto y pies de foto: @Cartujanillo
 Fotos: @torerilla86

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