lunes, 17 de octubre de 2011

“Mansos de todo tipo hasta para el día del cierre”



L
a plaza registraba un tercio de entrada para contemplar la última de la temporada y despedirse de los aficionados afines, que tarde a tarde nos damos cita en Las Ventas. Tuvo poca historia el festejo, pues si poco aportaron las reses, no faltó en ganas por parte de los novilleros, que hasta participaron en los quites, cosa tan desgraciadamente perdida; pero con eso no fue bastante, sus conceptos del toreo sumamente ventajistas y dudando hicieron que dos novillos algo más aprovechables se fuesen sin ser podidos. Podemos ser menos exigentes con su manera de ejecutar la suerte suprema o más detalles técnicos, todos sabemos que están empezando. La novillada, de procedencia Núñez-Osborne demostró mansedumbre al igual que el segundo hierro lidiado.

Novillos de Rocío de la Cámara y dos de Cortijo de la Sierra (4º y 5º):

·         Canastero, Ensabanado bocinegro 494 Kg: Manso descastado y a menos (sil.)
·         Asturiano, Negro listón 461 Kg: Manso toreable que no se entrega (leves pitos)
·         Extraño, Colorado ojo de perdiz 481 Kg: Manso que va y viene sin entrega (sil.)
·         Piñonera, Negro listón 487 Kg: Noble y pronto, algo a menos (sil.)
·         Trapajosa, Negro 517 Kg: Manso con genio (sil.)
·         Expléndido, Negro meano listón 504 Kg: Manso de Libro (sil.)

-Pascual Javier (Grana y oro): Buena estocada, algo trasera (silencio). Estocada caída tras dos pinchazos (silencio)
-Daniel Palencia (Corinto y oro): Estocada caída y atravesada, dos descabellos (silencio). Buena estocada algo atravesada en lo alto (Silencio)
-Sergio Blanco (Lila y Azabache): Pinchazo y estocada trasera tras aviso (Aviso y silencio). Estocada trasera, caída y tendida con desarme (Silencio)
Presidencia: Presidió el festejo D. Julio Martínez sin complicaciones, únicamente anduvo algo despistado con el reloj para los avisos.
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Abría plaza un ejemplar de característico pelaje en su línea genealógica, se dejó de salida y Pascual Javier dejó algunos lances aceptables ganando terreno. En Varas recibió sin emplearse dos puyazos traseros, caído el primero para salir suelto de ambos. Tras un quite por chicuelinas, el novillo demostró poca fijeza en banderillas, buscando chiqueros en dos ocasiones síntoma de su clara mansedumbre. La faena la inició al hilo de las tablas, saliendo afuera en dos series, donde ya se le empezaba a notar justeza de fuerzas y finalmente una lesión en la mano izquierda. Una estocada algo trasera pero buena fue suficiente, aunque aguantó el animal ante la falta de profesionalidad de los peones, que a pesar de su lesión, trataron de hacerle la rueda.

Al cuarto le correspondió un buen picador, con el cual se mostró la afición agradecida se trata de Santiago Morales “Chocolate” que agarro el mejor puyazo de la tarde , aunque el castigo fue prolongado para el novillo. A más distancia galopó a la cabalgadura, pero después salió suelto, anulando la fijeza del puyazo anterior. La res se muestra galopona en banderillas, algo bobalicona, pudiéndola un poco y mandando sobre ella poniendo mucho el chaval, se abria visto algo más, pero se marchó con una oreja puesta. Le toca mucho el paño y no manda nunca, una estocada caída lo dejo para el puntillero.

Con el segundo, Daniel Palencia firmó un aceptable recibo, para presenciar después un desordenando tercio de Varas en el que recibió el novillo dos puyazos en la puerta de caballos, de los que salió suelto y durante los cuales echó la cara arriba para quitarse la garrocha de encima. En el quite blandeó, y durante el segundo tercio anduvo sin fijeza, distraído en diferentes terrenos. Es ese manso que va y viene que no se entrega. El novillero está siempre al hilo, sin someter las embestidas por lo que no humilla el novillo al nadie obligarle a ello. Tan notable fue la falta de mando que la cosa empezó en contraquerencia y terminaron en chiqueros con un muchacho a zapatillazos detrás de su oponente. Una estocada fea y a por el siguiente, que hacía quinto, se mostró abanto de salida saliendo suelto de las telas pero que en Varas sacó genio y durante un puyazo trasero tiró de genio y en arreón hacia las tablas derribó al jaco, poniéndole en peligro hasta el punto de ser coleado por los monosabios. Se lo llevaron a la puerta pero allí se dejo pegar la puñalada “trasera”. De lo más notable de la tarde, y para bien de la Fiesta fue esa competencia en quites que llevaron Sergio Blanco y Daniel Palencia por chicuelinas tras el segundo puyazo a este quinto, siendo mejores las del colombiano Sergio. Los rehileteros reciben una leve ovación tras tirar de recurso en un novillo que aprieta mucho a tablas; bien estuvo el iniciarle la faena al manso fuera de su dominio, quizá asi se entregase, pero esos estatuarios o ayudados con tanta duda y enganchón por alto consiguieron desbordar al joven espada en lo restante de faena, en la cual fue desarmado y avisado en varias ocasiones. Saliéndose de la suerte consiguió meter la mano, quedándose en una estocada arriba algo atravesada.

Colorado ojo de perdiz era de capa el lidiado en tercer lugar, que a pesar de ser parado, fue sacado a los medios de recibo por Sergio Blanco. Un puyazo largo, trasero y empujando con la cara alta tomó el novillo en su primera entrada al caballo, terminando su pelea en varas en la puerta de caballos, saliendo suelto de otro puyazo atrás. El novillo se para, tiene poca fijeza y encima es algo bobalicón, una vez se inicia la faena rematando por alto, para continuar a base de pico con la mano izquierda, le avisa y por el otro pitón más pico y bien al hilo del pitón encima poniéndose pesado hasta llegar al punto de intentar hacerle pasar en unas manoletinas a distancia llenas de dudas a un animal tan parado. Estocada trasera tras pinchazo.

El sexto fue bien recibido en las tablas del siete, Sergio Blanco ganó terreno y fue ovacionado tras dar algún lance digno de ver. Sale suelto de las telas y le pegan un puyazo bajo en chiqueros, pues acababan de salir los caballos. En el tendido dos le vuelven a refilonar cerca del costillar y un par de coces, además de otras dos entradas de las que primeramente salió suelto para en la siguiente dejarse pegar mucho por haberle hecho la carioca, resumieron su muestra de espectacular bravura en varas, ¡qué ironía! Tampoco fueron de bravo esos brincos tras sentir los arpones, buscando los chiqueros y aprentando a tablas a los rehileteros. La faena no inicia mal, está bien planteada por abajo y lejos de querencia, pero empiezan de nuevo los remates por alto propios del desborde, porque el animal si se le puede, se le torea pero antes hay que estar muy firme, quizá pensó que en los medios se iba a acobardar, no siendo así, pues le desarma al no haberle ni templado ni obligado en ningún momento, otro derrote le pudo hacer mas pero por suerte queda todo en otro desarme.

Y tras un macheteo y una estocada muy defectuosa, se puso punto y final a la temporada venteña, la cual este año ha terminado algo antes que el año anterior, y que por climatología, pudo quizá haberse alargado algo más. No todos los aficionados, que hoy se despiden, algunos se desean hasta buena Navidad, están por la labor de continuar con festejos así, podemos entender carencias técnicas novilleriles pero a Madrid no los pueden traer sin saber por dónde empezar y con estos hierros que sin mayor motivo que un fracaso que les avala repiten hasta la saciedad.

Con un poco de suerte, además de última del año, también última de la empresa. Aunque dicen “otros vendrán y buenos te harán”, y también eso de “más vale lo malo conocido…” Veremos a ver. Suerte y hasta la temporada que viene.
Rubén Sánchez Ortiz

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