lunes, 23 de septiembre de 2013

Solo el primero. Vazqueños para olvidar, complicada y vacía.

Foto: Juan Pelegrín.


22 de septiembre de 2013. Ficha:

Novillos de Concha y Sierra. En representación de la casta vazqueña en el ciclo de encastes minoritarios.

  • 18-Pingüino. Sardo. Feb/10. Noble y bueno para la muleta. Sin chispa.

  • 37-Florido. Salinero. Dic/09. Manso descastado y orientado.

  • 17-Mañico. Negro bragado meano axilblanco. Feb/10. Soso, descastado y flojo.

  • 45-Bermellón. Negro salpicado. Mar/10. Manso con peligro.

  • 3-Recogedor. Negro listón bragado meano. Ene/10. Manso complicado.

  • 41-Coscorrón. Negro salpicado. Abr/10. Manso con fijeza y movilidad, bronco y que no humilló.

-Fran Gómez (Tabaco y oro): Media estocada tendida (saludos). Estocada contraria algo atravesada (Vuelta con división)

-Andrés Jiménez "Gallo Chico" (Lila y oro): Estocada contraria tras dos pinchazos y metisaca (silencio tras aviso). Estocada baja, tendida y atravesada(silencio)

-Sergio Salas "El Pijorro" (Nazareno y oro): Estocada contraria tras dos pinchazos y sainete con el descabello (silencio). Media chalequera tras pinchazo (silencio)

Suerte de Varas: En general se ha tratado de poner en suerte la novillada, ha sido pronta y fija para acudir a los jacos y también pronta en renunciar a la pelea, saliendo muy de najas y muy suelta. Salvo Juan Gil, que en el cuarto dio los pechos y tiró el palo agarrando un buen puyazo, el resto no lucieron en la suerte, citando de costado en la raya y sin agarrar los puyazos en el encuentro ni en buen sitio. Todo ello condicionado por las fuerzas, que no sobraban, teniendo lugar bastantes picotazos y refilonazos en la segunda entrada.

Presidencia: Don Trinidad López, sin incidencias reseñables, salvo la mala costumbre asentada de tener que esperar a que la protesta de una afición desmotivada se convierta casi en altercado para tener que devolver un inválido, ocurrió con el tercero, que sin ser el peor de cuántos se han mantenido esta temporada, debió ser devuelto.

Crónica del festejo

Tarde calurosa para celebrar esta tercera del ciclo de encastes, un serial cuyo planteamiento ganadero es positivo para la diversidad de la cabaña brava y evitar el arrinconamiento que padecen ciertas estirpes de la raza de lidia, dándoles una oportunidad y un sitio. Un planteamiento ideal si además quienes han de lidiarlas estuviesen un poco más cuajados en el oficio que aprenden, ya que en la mayoria de casos, la técnica y el conocimiento que exigen no está desarrollada entre los coletas de estas tardes. También seria ideal que no quede todo por parte de la empresa en cumplir el pliego, de manera que en el resto de la temporada la variedad brille por su ausencia, justificando que para eso está este ciclo.

Los de Concha y Sierra tuvieron salvo el primero, un comportamiento parejo, abantos de salida, fijos y prontos para acudir a los caballos, pero mansos en cuanto a que la pelea duraba muy poco, saliendo sueltos cuando no de najas, esperando y tardeando ante los de plata y después en la muleta, en mayor o menor medida, desarrollando sentido y peligro sordo, quedándose cortos, buscando y cuando mejor, humillando algo. De la quema se salva el primero, que tras parecerse a sus hermanos en el primer tercio, mostró una embestida franca y desplazándose en la brega, aunque sin llegar a humillar, cosa que si ocurrió en el último tercio, ya que tuvo un pitón izquierdo humillador, suave y entregado, aunque sin llegar a codicioso para repetir. El derecho buen pitón también, pero más a media altura. La faena de Fran Gómez trascurrió en los medios, tirando del burel, aunque quedándose descubierto y citando desde fuera varias veces, lo que no tardó en avisarle el avispado animal, el trasteo transcurrió sin llegar a obligarlo, pues no iba sobrado de fuerza ni motor y quizá podía venirse a menos.

El fallo de Gallo Chico no fue otro que las ganas de dejarse ver en el recibo capotero. En ambos se empeñó sin probar ni fijar en mecer los vuelos a la verónica, ganando terreno gracias a lo sueltos que salieron de cada lance los vazqueños. Consiguió, es de justicia reseñarlo, una buena media de remate. Pero después, tocaron a picar y tuvo que bregar con ellos para fijarlos y pararlos evitando que a su suerte, llegasen a jurisdicción de los varilargueros, vamos lo que debió hacer de recibo, dejando para los quites o los galleos el garbo y la vistosidad, con el novillo fijado. Tras hacer sonar el estribo y salir suelto, se mostró aplomado este segundo en banderillas, punteando y quedándose corto en la brega. La faena inició por alto, lo que no era conveniente, ya que tenia un pitón derecho que pedía oficio de experimentado, firmeza y mando. Complicado y sin humillar, punteando, colándose y derrotando a mitad del muletazo en tanto que la enganchó una vez; más de lo mismo a izquierdas, pero Andrés se empecinó en torear al hilo y de perfil, lo que menos admitía este, que sabía pase a pase con más claridad lo que dejaba detrás. Precisó aliñarse, lidiarlo y someterlo para que descolgase, pero se ofreció un muestrario de valor inconsciente, que pudo salir caro. Finiquitó de estocada contraria en buen sitio, tras pinchar dos veces y enhebrar el estoque, que hacía guardia, y que no soltó al salir del volapié.

Mañico tenía por nombre el tercero, El Pijorro lo recibió bien de capa, ganando terreno y dejando una garbosa media en la boca de riego. Poco más que reseñar de este blando utrero, al que se cuidó en varas y se aplomó en banderillas, dejándose con sosería en la muleta y defendiéndose protestando por su flojedad. Tampoco dijo nada el debutante. Solo anotar un buen detalle: el del director de lidia, que ejerciendo como tal, algo que se hecha de menos muchas tardes, acompañando al montado en su camino a contraquerencia, sacó al astado de jurisdicción cuando acudió suelto hasta allí, evitando el habitual puyazo entre la puerta de arrastre y el burladero de matadores, tan habitual cada vez que una res sale abanta en nuestra plaza.

Por cuarto salió Bermellón, que salió suelto tras cabecear en varas, y ante el que Jesús Arroyo saludó en banderillas, llevándose la ovación de la tarde, tras colocar un par de exposición, cuadrando en la cara a un morlaco que tardeó, derrotando y punteando en la brega. Quedándose corto en la muleta de Fran Gómez, midiendo, reponiendo y a base también de parones. Incierto. Optó el también debutante por machetearlo sobre las piernas, decisión acertada tras probarlo con la diestra entre un mar de dudas. Metió la mano con facilidad y habilidad al aplomado astado, dejando una estocada contraria.

Quisó estirarse y soltar capote Gallo Chico de nuevo ante Recogedor, que hacía quinto, teniendo después que resolver y lidiar con los caballos en el ruedo. Se arrancó pronto y con todo, a media distancia en la segunda vara, en la que cabeceo y de la que salió suelto, cómo de la anterior, pegándole poco en ambas. En banderillas lucieron pares eficaces, llegando a la muleta con un pitón derecho por el que puntea, pero que quizá a base de mando, temple y sometimiento pudiese romper, y pese a las dudas, lo acelerado y lo brusco de los toques y muletazos, cuando lograba templarlo y que no le ensuciase el trazo, la embestida era humillando. Más corto se quedaba por el izquierdo, pitón por el que estaba más orientado y por el que no humillaba. Rebrincado terminó por el derecho, en un final de faena que tuvo por recurso el arrimón encimista acortando distancias.

Cerraba tarde Coscorrón, que tuvo una lidia un tanto desordenada, ni lo paró El Pijorro en el recibo ni después en varas hubo orden. Salió de najas en varas, embistiendo después desentendido en la brega y tirando arriba la cara tras tardear en los cuarteos. Su única virtud era la movilidad y la fijeza que le permitía arrancarse a cierta distancia, por lo demás fue todo bronquedad, tirando derrotes secos, acortando y con la cara por las nubes. No la aprovechó el sanluqueño, que se pasó de faena, muletazos sin sentido, cuando tenia dos opciones, o dejárselo llegar desde distancia media despidiéndolo con las precauciones que necesitaba, o lidiarlo y someterlo directamente para que descolgase y poder matarlo por derecho y no de un bajonazo infame, tal como ocurrió.

No termina de despegar un ciclo que, ha estado, lamentablemente, marcado por infortunios desde antes de presentarse los carteles, con el desafortunado accidente de circulación de la novillada de Miguel Zaballos que iba rumbo a Orthez, teniendo que ser sustituida por unos posibles saltillos para el ciclo madrileño, o la rechazada por problemas motrices de Hoyo de la Gitana, además de la polémica sobre la procedencia de Aurelio Hernando, que finalmente lidió en sustitución pese haber sido desestimada su presencia en los carteles del serial. Esperemos que la interesante concurso programada para el próximo domingo nos deje con buen sabor de boca.

Cartujanillo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario