lunes, 22 de septiembre de 2014

Ganadería recuperable. Cubanito, Cristalero II y más notas positivas (Las Ventas, 21/9/14)

El único con encornadura clásica de los últimos años. Eran algo más recogidos de puntas.
Pero su hocico, más alargado que chato, su lomo, menos recto de lo habitual,
y su culata, almendrada y con la penca en alto, recuerdan poco al clásico pabloromero
Corrida con matices y sin ser completa en conjunto de Partido de Resina. Su última gran corrida en Madrid, encastada y poderosa, la lidió allá por 2010 (Notable recuperación). Aquella tarde tomaron 15 varas, hoy las mismas entradas valieron por 14 varas en regla, excesivas varias en castigo igual que en el recordado festejo. Cuatro años después  de aquella y con el fracaso lidiado en San Isidro 2011 y algún novillo para concurso entre medias, regresaron los toros guapos. Si hay que sacar matices en positivo, el primero y principal es que la falta de fuerzas propia de los problemas sanitarios o de alimentación siguen camino de desaparecer en la vacada. Después podremos hablar de mansedumbre, bravura, cambiantes...y todos y cada uno de los comportamientos que los pablo-romeros desarrollaron en su lidia, pero ese problema es de selección, y con tiempo pueden llevarse a cabo soluciones. Pero si los animales adolecen de falta de casta, fuerzas y claudican durante la lidia por parásitos, correctores no adecuados o endemismos propios de la consanguinidad, no hay nada más de que hablar. Por tanto el primer matiz positivo y muy importante es este, que cuatro años después siguen sin doblar una mano a pesar de recibir castigo sin piedad en varas, que esa es otra.


Matiz positivo o negativo según se mire, es la comparación de aquella corrida de 2010, todos ellos con la lámina clásica de la casa, y no me refiero ni mucho menos a las capas, pues negros entrepelados también hubo uno aquel año, y han sido habituales en la casa a lo largo de la historia incluso en igualdad o superioridad con el cárdeno, sino a ese toro hondo, cilíndrico, largo, con poco cuello, lomo recto, hondo de pecho, corto de manos, con alzada a la cruz por su hondura y lo redondeado del volumen que le daba el remate, ancho de sienes, acodados de pitones, algo capachos y con el hocico chato...con la presentada esta tarde. Y es que los de hoy han compartido con aquellos practicamente todos alguna característica, pero no todas. La mirada sigue siendo achinada, eso sí. Pero la hondura y lo cilíndrico, el volumen, era más bien hoy un perfil aleonado, con mayor desarrollo de la parte delantera, las culatas, más almendradas y menos redondeadas, y algo caídas, culopollos. La longitud también se ha reducido. Las manos, algo más zancudas. El remate, más acumulado en las panzas que en los riñones. Las encornaduras, ancho de sien en uno de los ejemplares, en el resto hemos encontrado varios estrechos de sienes, uno de ellos tocado arriba recogiendo las puntas y otro algo cornipaso, y los hocicos siguen siendo algo achatados, pero más alargados, digamos que entre chatos y de rata. Para muestra comparemos fotos:

Algunas fotos de la estampa que lució la corrida de 2010
En los corrales / En la plaza

Lomo recto, largo y corto de manos.

Acodado de pitones, engatillado. Hocico chato y achinado. Redondeado de culata.

Hondo de pechos, corto de manos, cilíndrico y con volumen.

Fino de cabos, cabeza pequeña y mucho volumen. ¡Qué estampa!

Ancho de sientes, rematado de culata, chorreado.


Acapachado, badanudo, muy hondo.


Comparemos con las fotos de la corrida de hoy: Corrales / Plaza

Zancudo de manos, culata almendrada, mayor desarrollo de la parte delantera.

Hocico más chato que alargado, también algo aleonado, menos longitud.
Panzudo, escurrido de riñones y culopollo. Menos cilíndrico en volumen, mantiene el lomo recto.

Con poco cuello pero escurrido de atrás y cerrando las puntas, estrecho además de sienes.
Una conformación de pitones que aunque no sea la clásica, si se ha visto desde hace muchos años en algunos partido de resina.
Algo cornipaso y con poco cuello.

Esta tarde no he encontrado ese toro que salta a la vista que es el prototipo cantado pabloromero. Si bien hay que puntualizar que es cierto que no tienen porqué en todas las camadas salir todos los ejemplares ajustados a la lámina clásica, y la variabilidad puede darse, tratándose de una vacada tan diversa en origen; aunque tampoco es normal que en poco tiempo se distancien tanto del tipo. Tampoco en comportamiento, pues como veremos toro por toro, los dos destacados del festejo, han roto a embestir humillando con el hocico por abajo, algo que tampoco era clásico en la casa, que tenía su típica embestida entregada y con trasmisión, pero a media altura. No sólo las hechuras, también se nota en el comportamiento. Y no olvidemos que la diversidad no sólo debe estar en la fachada, sino en las distintas formas de embestir, reacciones propias de cada encaste, que desemboquen en una mayor riqueza técnica del toreo, de la lidia necesaria para resolver y dominar a cada tipo de toro.

Y esto indica que algo ha ocurrido en la vacada, llamemóslo pruebas, o cómo queramos, pero el caso es que desde un punto de vista puede verse como positivo ya que los cambios han acabado con aquellos problemas de fuerza y casta, con aquella artrosis de rodillas en cuartos delanteros que produjo tantas caídas por buscar demasiado el toro corto de manos y fino de cabos. Y desde otro punto de vista, es más bien negativo pensar que los problemas se han ido, pero no son aquel toro único, y más preocupante, que los refrescos o cruzas siempre suelen ligar en las dos o tres primeras generaciones, pero que después, no siempre se fijan y los resultados empeoran, siendo difícil regresar a lo que se tenía. Aún así confio en el buen hacer y la sapiencia de veterinarios como los que rijen la recuperación de la vacada, que teniendo controladas geneticamente las familias como las tienen, habrán estudiado muy bien como poder refrescar o llevar a cabo alguna supuesta prueba, sin que la misma pudiese ser absorbida o eliminada con facilidad.

Siguen teniendo achinada la mirada.


Y tras esta reflexión, pasemos a analizar toro a toro la corrida:

Abrió plaza Cristalero II, uno de los toros destacados de la corrida. Lo recibió a portagayola José María Lázaro, que tuvo que soltar telas y echar cuerpo a tierra al ejecutar la suerte, pues el toro salió al paso. Tomó la primera vara al relance, cabeceando, logrando quitarse el palo y derribar la cabalgadura al cogerla por la culata. Al relance entró para la segunda, en la que le pegaron muy fuerte, sin piedad, además muy trasero y caído, un castigo tan excesivo que a fuerza tuvo que aplomar al animal, que además metió la cara abajo, apretando con la cara fija y con celo. Hizo hilo en banderillas, llegando a tablas, en la brega fijo y pronto. La faena inició templada, con Lázaro algo desmayado con la diestra, muleta templada que no dejó nunca ser enganchada, ligando los muletazos de una embestida que humillando más de lo habitual en la casa, se desplazó con nobleza y recorrido por el derecho, quizá con la sosería que le dio la falta de motor al repetir y que acusó del duro castigo en varas. Por el izquierdo cabeceó, con genio y algo rebrincado. Estocada tendida algo caída.

Hubo destellos en la faena que llegaron a los tendidos, el animal fue noble y a menos, tras buena pelea y duro castigo en varas.

Lázaro desmayado con la diestra. Cristalero humillando 


Fue recibido con aplausos el segundo, que salió abanto y con pies. Entra a relance, saliendo suelto de jurisdicción al sentir la puya, huidizo. Caído se agarró la segunda entrada, entre mucho desorden para fijarlo. Cabeceó, saliendo suelto también de la tercera entrada, puyazo en lo alto, aunque algo trasero, y necesario pues el animal no se empleó y estaba crudo. En banderillas va y viene, a su aire, desentendido sin fijarse. Inicia faena saliendo de tablas hacia las afueras, la embestida tenía genio, defendiéndose y cabeceando, y solventarlo aliviando por alto agravó el problema, llegando a desarmarlo al puntear por el izquierdo, venciéndose hacía el torero tirando gañafones. Pérez Mota se tiró derecho a matarlo, dejando una buena estocada.

Manso con genio defendiéndose.

Se tiró derecho a matar.


Habanero se llamó el tercero, también se dio varias vueltas al anillo antes de que Rubén Pinar lo parase con un buen ramillete de verónicas, gustándose en la media. Suelto y huidizo de dos entradas, se las vieron después mal para banderillear, teniendo el tercero que sacarle las castañas del fuego al peón que pasaba en falso sin lograr dejar un palitroque varias ocasiones, llegando hasta tal punto su mansedumbre que una vez tocaron a matar, el toro barbeó tablas en busca de la puerta de chiqueros. Lo cambió Pinar de terrenos para iniciar la faena, y el público se metió en el trasteo, hasta que una vez llegó al tercio, el burel buscase tablas a toda costa, embistiendo con recorrido, nobleza y humillando por el derecho, pero que por muy tapado y puesta que se le dejase, se abría en busca del cobijo de tablas, y no fue solo querencia, sino rehuir de la pelea, pues tampoco en este terreno quiso tomarla dos veces seguidas. Pinar todo lo que traía de disposición lo tuvo de lucha con el morlaco, y al menos éste no sacó genio para defenderse del acoso, sino que se aplomó, sin obedecer a los toques, teniendo que hacerlo todo el torero en la suerte suprema, es decir poniendo en práctica el volapié, que para este tipo de reses se inventase. Lo cazó caído y trasero a la tercera.

Manso de solemnidad. Rajado.


Buen recibo capotero

El cuarto de la tarde fue masacrado en varas tras un gran desorden para fijarlo en el caballo que hacía puerta, cabeceó y se dejó pegar caído y trasero. Lo sacaron y volvió a entrar, apretando fijo sobre un pitón. En banderillas hizo hilo, reservón a los cites, cortando. Muy mal los banderilleros. En la brega, a su aire, sin humillar. Aunque no olvidemos que los clásicos pabloromeros eran de embestidas a media altura. En la muleta Lázaro fue un mar de dudas, desconfiazas e inseguridades, sin firmeza alguna, no llegó a probarlo ni someterlo, ni enseñar tan siquiera al público la aunque complicada y sin posibilidades, pero condición del toro en la muleta, macheteándolo y pasaportándolo.

Manso con genio.

Macheteó y pasaportó entre dudas


Cubanito, también fue recibido con palmas por su estampa. Tomo una vara a relance en la que metió riñones con fijeza, apretando, de la que salió pendiente del capote que lo citaba y dudando entre si seguir acometiendo a su enemigo de la cabalgadura o al estímulo que ofrecía el peón de brega. Es decir pendiente del peón pero sin querer perder de vista al que le había castigado. Eso para mí no es salir suelto, ni mucho menos. De largo fue dejado en suerte, pero se marchó hacia los capotes, algo en lo que influyó lo poco que lo provocó el jinete haciendo la suerte. Algo más cerrado acudió pronto a una segunda entrada en la que se dejó pegar con la cabeza fija en el peto, haciendo la peculiar salida que hizo en la primera, algo más suelto esta vez, pero no del todo, no suelto "al uso". Fue fijo y pronto ante los rehileteros, destacando Prestel. Noble y con trasmisión en la muleta, con recorrido. Pérez Mota tiró de él siempre ventajista, fuera de cacho y sin apreturas, escupiendo los muletazos siempre hacia afuera, quedando por debajo de un buena condición para la muleta, que además tenía la emoción necesaria para trasmitir a los tendidos venteños. Mató caído.

Buen toro.

Cubanito humillando en la muleta

Sortijero cerraba tarde y tomó tres varas, llendo a menos, pues cumplió en la primera, salió suelto de la segunda, mientras que además de hacer la misma salida, cabeceó para la tercera. Quedó agarrado al piso en banderillas, reservándose, cortando y haciendo hilo. En la muleta se defendió, con genio tardeando, aplomado. De nuevo Pinar mostró disposición, teniendo que ponerlo todo él para matar, logrando de nuevo cazarlo tras dos pinchazos. Pocas opciones, el peor lote para el más dispuesto.

Manso aplomado.

Dispuesto pero topó con el peor lote


Una vez resumida la interesante corrida, la conclusión es más positiva que negativa a tenor del estado en el que se ha llegado a ver en esta y otras plazas esta ganaderia, mereciendo por tanto que se cuente con ella para la próxima temporada, a poder ser fuera del ciclo de encastes, que debe seguir sirviendo para dar ilusión y oportunidad a ganaderías y encastes en peligro de desaparecer.

Rubén Sánchez
Fotos: Juan Pelegrín

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