lunes, 23 de agosto de 2010

Lo que hacen por la Fiesta en: Hita (Guadalajara)


Cuando una localidad de apenas 400 habitantes censados se dispone a ofrecer un festival picado entre el programa de sus Fiestas, además de los encierros camperos habituales en la comarca, se está llevando a cabo un esfuerzo por la difusión de la Fiesta de los Toros, aún más si se ofrece en una plaza tan singular como el Palenque de Hita, toda de piedra y bajo el pueblo, su Iglesia y su Castillo que la custodían. El ruedo singular de rectangulares dimensiones propician la auntentica contraquerencia al situar chiqueros en uno de sus lados. Sí además de ese singular ruedo, la asistencia es gratuita, las reses a jugarse son cinqueñas y de Adolfo Martín, la juventud del pueblo no dudó en acudir a contemplar que no solo son negros los animales bravos, que existen Cárdenos como bien apuntaba la tablilla. Por si fuese poco de los que mas esfuerzos realiza por mantener el agosteño festival (que otros años fue corrida o novillada, siempre con los albaserradas) es su socialista alcalde, para que luego digan en la plana mayor del partido semejantes atropellos hacia la Fiesta.

De su lidia y muerte se encargaron Alberto Álvarez y Juan José Varela (nov.) los tres animales a lidiarse salieron retocados de puntas al tratarse de festival y fue eso lo que salvo a Alberto de salir cazado ya que le buscaron y trató de cruzarse y estar siempre en el sitio a pesar del terreno que le ganaban las reses, que a pesar de no contar con arboladuras de extraordinario descaro, si desarrollaron el sentido y poseían ciertas hechuras ya correspondientes a lo que eran, cinqueños.

En el primero tras un saludo capotero muy sucio, Alberto decidió no administrar el castigo en el peto en dos entradas sino mandar pegar un puyazo fuerte en la unica acometida, en la que el animal cumplió a pesar de que le tapasen la salida; para la muleta su condición de terrenos fue bien entendida por el diestro que se centró en la zurda sacando algún pase de interés a pesar de que la falta de motor y casta no le llevasen detras de la cadera y le hiciesen revolverse con frecuencia. La espada quiso caer en lo alto pero todo aquello se emborronó con varios pinchazos. Juan José Varela está muy verde y se las vio con un auténtico mansorro desde que salió y con el que tampoco supo estar firme, cogerle los terrenos y darle la faena de aliño que requeria, lo cual complicó aun mas las cosas. Lo mejor de la tarde lo vimos de manos del capote del maño, al que le correspondió un tal Madroñito que quizá les suene en reata y descendencia, sin ser aún así un animal encastado y completo como su antecesor. Le faltó mucho motor y tuvo delante a un hombre voluntarioso y con ganas de torear bien aunque no llegaron a ser muchos los pases lucidos aunque de extraordinario temple un pase de pecho dando muy bien los toques y haciendolo larguisimo. Se tiró a matar a ley y a la espada no se le pudo poner mas pega que estaba algo delanterita, pero cuando están arriba, no tardan en rodar. El palco estuvo duro a la hora de conceder el segundo trofeo a pesar de que la cuadrilla levantase el rabo de la res por si colaba.

Adolfo debe realizar limpieza para no quedarse en ganadero de plazas de menor entidad y regresar a las ferias, recuperar su prestigio en su plaza, la de Madrid y pisar de una vez Sevilla...de no hacerlo seguirá como está temporada y quedará desterrado a esos cosos, puesto que este año tan solo ha lidiado en Valencia y lidiara en Albacete; ayer le tocaba Toro y Villacastín y dentro de poco Alovera. ¡Igualito que en sus inicios!

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