miércoles, 19 de septiembre de 2012

Sobre los descuentos en entradas jóvenes por parte de determinados espadas

Recibo este escrito del cual opino debajo:
 
Por Alfonso Coronel de Palma de la Mata

Últimamente y con más asiduidad podemos ver en los festejos taurinos el siguiente anuncio “El matador de toros Pepín de la Casa aportará el 50% del coste de la entrada para los menores de 30 años”. Este es sólo un ejemplo de una oferta a la que se están apuntando toreros de primera línea del escalafón tales como Julián López “El Juli” (creador de esta iniciativa), Alejandro Talavante, Miguel Ángel Perera... y otros más modestos como Rafael Rubio “Rafaelillo” o Iván Fandiño.
La oferta a priori es muy buena y muy generosa por parte de los toreros pero permítanme con todo el respeto del mundo atreverme a criticar esta iniciativa.
En primer lugar, los toreros han tomado como propia una labor del empresario de la plaza como es la de la promoción de las entradas con un precio reducido para jóvenes, hemos pasado del empresario-apoderado-ganadero al torero-empresario que como todos estarán de acuerdo es malo para la fiesta, si uno es torero, es torero y punto.
Seguidamente encontramos una oferta que en su día iniciaron las figuras, conscientes que con sus altas compensaciones era prácticamente imposible cualquier tipo de rebaja de las entradas sin provocar una pérdida importante al empresario. ¿No sería más correcto que los líderes del escalafón bajasen sus retribuciones para que el empresario pudiese hacer estas ofertas? No solo al aficionado joven sino también a todos los aficionados, ya que actualmente las entradas, exceptuando casos como Madrid, tienen unos precios muy elevados, teniendo en cuenta la importante crisis económica en la que nos encontramos, y además que los salarios de los toreros de primera línea del escalafón son los más altos de la historia comparándolos con la recaudación taquillera de toda la historia.
En el caso de los toreros más modestos, con una menor retribución por su labor, la clave por la cual pasa la opción de la promoción de entradas para jóvenes, está principalmente en mano de los empresarios quienes deben de arrimar el hombro y mirar por el futuro de la fiesta.
En tercer lugar debemos estudiar las consecuencias indirectas que produce esta oferta, con la asunción del 50% de la entrada por parte del torero una vez en la plaza de toros ¿Cómo un solo joven se va a atrever a juzgar o criticar la labor de ese torero? Evidentemente aunque haya estado fatal dirá que no estuvo mal, es algo completamente antinatural e inhumano morder a la mano que te da de comer, por lo tanto estaríamos ante la formación de aficionados o público en general educados en la mentira, sin criterio propio y fervientes admiradores de todo aquel que se dignó a pagarle su entrada, creando así un pequeño grupo de “Hooligans taurinos”.
Con esta reflexión no quiero que piensen “Que injusto este chaval encima que se molestan en llevarles a las plazas va y les critica” puesto que lo único que pretendo con la misma es dar a conocer otros modos de conseguir la vuelta de los jóvenes a las plazas de toros sin perder su capacidad crítica fundamental en la formación de nuevos aficionados.
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Cartujanillo opina:
Sin duda que este nuevo gesto con miras al futuro de la Fiesta iniciado por El Juli es algo a poner en valor por toda la juventud aficionada, el problema es el trasfondo de este tipo de gestos ciertamente interesados. Hay que decir que la labor de reducir a la mitad la entrada a los jóvenes es cosa del organizador del espectáculo, el empresario, pero los toreros en vista del pasotismo empresarial han despertado esta iniciativa y Julián se lo ha apuntado como un tanto en su sacrifico personal por el futuro taurino.
Podemos estar de acuerdo en que la manera es demasiado indivual, cuando debiese haberse planteado a los principales empresarios por parte de la unión de toreros, cosa que hubiese ocurrido si la taurina fuese una industria encaminada al trabajo y no solo a recoger los frutos de la tradición donde aun medio se mantiene. El trasfondo de esta medida es efectivamente el criterio, aunque un chaval que se acerque por primera vez no tiene por qué tenerlo. Lo que sí verá es que asiste a un espectáculo algo devaluado, pues se imginaría algo diferente, aunque solo sea en la fortaleza de las reses y la integridad de sus astas. El Juli invitó a los jóvenes a verle en Ciudad Real con una corrida a modo, ¿Eso puede germinar en afición? Más vale que todos los que se tiran el día alabando su poder y cantando que es uno de los mejores de la historia le reclamasen tener algún gesto y callar bocas, quizá eso llamase más la atención al neofito interesado.
En fin solo refrendar lo escrito por A. Coronel, eso es cosa de las empresas y hay que mirar por regular un poco este monopolio tan grande de los estamentos taurinos aunque por mucho que se quiera nunca eliminaremos las amistades interesadas y el compadreo interesado que siempre hubo y habrá en el toreo. Y como bien dice André Viard, Toro íntegro, media plaza larga o tres cuartos y se cubre gasto, y las entradas que sobren regaladas a los jóvenes, que rodeados de aficionados comprenderan bien el sentido de la lidia y valorarán los esfuerzos de los de luces.
Y es que señores de Foro Juventud, su labor es crucial y ensalzada por mi parte a la hora de reclutar y acercar a gente nueva esta Fiesta; pero una cosa es generar gusto por acudir a las plazas los días de ambiente y glamour, y otra muy distinta formar aficionados que tiren de la temporada.
 

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