martes, 14 de mayo de 2013

Sagrario Huertas en Villaconejos, una novillada de nota

Joaquín Galdos, escuela fundación El Juli, con técnica y sabor ante el quinto.

Durante las fiestas del Cristo de la Buena Dicha, celebradas durante estos pasados días en la localidad madrileña de Villaconejos, tuvieron lugar también acontecimientos taurinos, todos ellos tuvieron como protagonistas a las reses marcadas con el hierro de la vacada toledana de Maria del Sagrario Huertas Vega, de procedencia santacolomeña. El Sábado 4 tuvieron lugar los tres festejos, un encierro nocturno, uno matutino, cada uno de ellos con 3 serios utreros y a la tarde una novillada que constó de un utrero para el caballero Miguel Ángel García, y de cuatro erales para los novilleros Borja García y Joaquín Galdos.

Utrero para rejones apretando


Pasaremos a detallar lo acontecido en el festejo vespertino. Con dos tercios de entrada en tarde calurosa tuvo lugar la novillada. En primer lugar salió un novillo cárdeno, con morrillo y buenas hechuras, algo acapachado de cuerna para el rejoneador que abría plaza, el animal tuvo mucha fijeza desde los primeros compases, muchos pies de salida, y pese a que se le colocaron dos rejones de castigo, éstos cayeron un tanto traseros, donde su efectividad no cabe duda que fue menor, quedando el animal con muchos pies para el resto de la lidia. En banderillas continuó con su fijeza ya descrita, y manteniendo el motor, siempre codicioso en su persecución a los equinos, y dado que la técnica del joven rejoneador, no es todavía muy depurada, el animal pasó a emplazarse por momentos en los medios, donde lo colocaban los auxiliadores, debido a que el caballista trataba de hacerle todo dejandose llegar al toro al galopar por los adentros, terreno hacia donde más apretaba el astado, viendose el jinete en algún que otro apuro, pero resolviendo lo mejor pudo, consiguió dejar un rejonazo algo trasero a la segunda, siendo auxiliado con los capotes de su cuadrilla quienes citaban la atención del cárdeno para evitar algun apretón fuerte hacia los adentros como el que tuvo al colocar un par a dos manos, siendo empotrado contra la barrera al llegarle el novillo hasta el mismo estribo. La codicia y el motor del cornúpeta fue premiada con la vuelta al ruedo mientras que Miguel Ángel Martín paseó un trofeo.

Segundo de la tarde, primero de los cuatro erales.

El primero de los erales, segundo de la tarde, correspondía a Borja García, novillero de la escuela taurina de Madrid, descendiente de la localidad melonera. Tuvo un eral que presentó gran exigencia, un animal que mantuvo siempre la fijeza y la codicia, muy vivo, humillando en las telas y con mucha movilidad, con esa raza que le hizo orientarse cuando la colocación no era la adecuada (cosa justificada en un muchacho de escuela) El animal tuvo raza y nunca fue dominado del todo por el espada, no era sencillo tampoco, el mejor de la tarde a mi juicio en conjunto fue este novillo, ovacionado en el arrastre. Borja García mató de estocada trasera y tendida, tardando en caer el astado, por lo que escuchó silencio.
Borja García con el segundo, que embistió por abajo


Tercero de la tarde.
 
El tercero de la tarde, algo más distraído, no puso fácil el ser fijado de salida al novillero peruano, que además, hubo de tirar de oficio para colocarle banderillas, ya que el animal además de no andar muy fijo en los cites, tenía mucha movilidad, y cierta querencia en tablas. Aun así tras finiquitar el tercio con saber, lo fijó extraordinariamente en la muleta, dejandole ver unicamente tela y dejandosela muy puesta, sin que nunca se la enganchase, sin dudarle nunca, consiguiendo que el animal rompiese por ambos pitones, humillando y hasta el final repitiendo, incluso cuando hizo ademán de rajarse, le pegó hacia querencia, aprovechándola, una buena serie. Sorprendió Joaquín Galdos por su conocimiento firmeza y oficio para ser un debutante. Una buena estocada muy bien ejecutada hicieron que el rabo se concediese, junto con el premio para el enrazado aunque algo manso novillo de la vuelta al ruedo, quizá la mereciese más el anterior pero fue premio más bien de conjunto y el palco debió optar por no concederla en dos seguidos.

 
Joaquín Galdos con el tercero, que fue premiado con la vuelta al ruedo.

 




El cuarto, le fueron concedidos máximos trofeos al novillero local.
 

Por cuarto salió un eral más bien reservado en su salida, mostró estar algo acalambrado de atrás durante toda la lidia, o simplemente pudo lastimarse en el transporte, aun asi y a pesar de esperar durante banderillas, el animal se fue calentando, aunque nunca pudo utilizar optimamente su aparato locomotor, con todo y con ello, tiró de raza y de la casta que llevaba dentro al igual que todos sus hermanos, y fue de gran condición por el pitón derecho, empujando a embestir, venciendo su limitación solo por tratar de coger la tela que le obligaba. Dejo Borja García un pinchazo hondo en muy buen sitio, volviendo a tirarse ejecutando una gran estocada. Le fue concedido el rabo, y el animal volvió a tirar de su raza acudiendo a morir a los medios.


Viveza en la expresión del que cerró plaza.

El quinto y último sacó algo de genio, su embestida llegó a la muleta algo rebrincada, pero tuvo delante a un chaval que fue limando los defectos con una técnica no habitual en los novilleros sin caballos, y es que sin dejarse enganchar nunca la muleta, sin dudarle ni un momento, tragando cuando tuvo que tragar, e incluso después de ser volteado, consiguió que el animal rompiese hacia una embestida exigente pero de mayor calidad, pudiendo con el animal y dominando y encauzando el embestir del utrero, que ya lo hacía hasta el final, repitiendo y siempre fijo en Joaquín. Un novillo encastado, que siempre pidió más, a pesar de que se le pudiese en tres de las series. Tras una estocada entera, algo contraria, de efecto fulminante, le fueron concedidas dos orejas.
 
Con técnica y firmeza metió en el canasto al rebrincado quinto.
Muy buena tarde en conjunto, el público disfrutó tanto con la disposición de la terna como con la buena y enrazada condición de los novillos, un gusto como aficionado ver como en las sin caballos el santa coloma, a pesar de todos los prejuicios con que es mirado por escalafones mayores, los inocentes e inexperimentados muchachos sacan lo mejor de ellos, y adquieren la técnica y el oficio que hoy les ha podido costar una voltereta (en caso de no tenerla) y que mañana, sin este encuentro previo, puede tener connotación de gravedad o de  fracaso. Para garantizar futuro la fiesta necesita de variedad, y por supuesto de profesionales que estén hechos a todos los encastes. Qué mejor que empezar desde la base conociendolos.

Cartujanillo. Fotos José Manuel Lomas.

2 comentarios:

  1. Estuve en Villaconejos y, salvo en algun que otro matiz sobre el juego de los excelentes novillos, coincido casi al cien por cien con la cronica. La firmaria sin dudar. Ofrece una vision muy cabal y muy exacta de lo que, a mi modo de entender, fue el festejo. Enhorabuena

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias Jorge. Seguire intentando mejorar dia a dia y aprendiendo siempre algo, Un saludo y gracias por parar por este espacio a leer.

    ResponderEliminar