viernes, 17 de mayo de 2013

Morante hizo bien en abreviar, valor de Fortes. Juampedrada.

Cuadrando en la cara, asomándose al balcón. J.J. Trujillo


Primer lleno de "No hay billetes" de la Feria en corrida de a pie. Figuras en el cartel, aunque yo diría, Morante en el cartel. También estaba escrito en diminuto el hierro y la divisa de Juan Pedro Domecq. En líneas generales corrida mansa, floja, y muy a menos, además de mal presentada, con varios toros indignos de lidiarse en Madrid. En resumen de mayor a menor, el valor de Fortes, el abreviar y el detalle de Morante, y el temple de Manzanares, por sacar algo bueno. Lo "menos bueno" que dirían los correctos, lo contamos toro a toro:

Odioso tenia por nombre el primero, toro de la confirmación del malagueño Jiménez Fortes, un astado que no se empleó de salida, mostrando poca fortaleza. En la primera entrada al caballo se le levanta el palo nada mas meter cuerdas, blandeando tras el encuentro. Hizo astillarse la vara al picador en la segunda entrada, y apenas si recargó, saliendo suelto a pesar de no recibir castigo. Entró una tercera, en la que se durmió y nada más que se le señaló el puyazo. Remató muy templado un ajustado quite por chicuelinas, que mostró buen tranco del burel, la lidia fue muy cuidada en banderillas por José Antonio Carretero. Por estatuarios quiso comenzar, el animal, fijo, le desarmó en el tercero de ellos, de gran ajuste. Continuó con tal quietud, que se quedaba un tanto descolocado, tirando con el pico de la noble embestida que le regalaba el animal en terreno de tablas. Al natural embistió templado, y lo llevo con despaciosidad, pero la falta de apreturas restaron mucho a la labor, que se vino muy a menos tras los remates, muy al hilo de los tableros. Fue prendido al tirarse a dejar media atravesada en buen sitio, ya que se tiró muy derecho, no sabiendo después salir. Tras un pinchazo ya que se volvió a tirar (Algunos cojen llegado este momento el descabello, escamoteando la suerte suprema) dejo una buena estocada, y este Odioso, manso descastado, pero noble y templado, sacó la gota de casta al resistirse a morir, vendiendo caro el arrodillarse.

Deriva correspondía a Morante, quien lo recibió técnico y elegante, con la rodilla flexionada, intercalando tras varios compases alguna verónica estirado que fueron tremendamente recibidas por el personal que las estábamos esperando. Cumplió el astado en el traserazo que recibió en el primer encuentro, metiendo riñones y saliendo gazapón, haciéndose el bobo por varios terrenos de la plaza, tirando después puntazos al peto en el correspondiente "por costumbre" puyazo trasero. En la brega se queda corto, por ambos pitones, haciendo lo que hizo ante el equino, puntear. Morante inició faena ganado terreno desde las tablas, por alto, le engancha la muleta en ocasiones, y decide coger la zurda, el animal además de soso se queda corto y ni le dejaba estar como quería, -asentado-, ni estaba aquello llegando al tendido, que más bien mostraba decepción, ya que parece que se ve solo que es Morante o la figura de turno, y no la condición de lo que tiene delante. Asique tras varios pinchazos a paso de banderillas dejo una casi entera perpendicular, algo caída. Fue silenciado aunque le agradecí el abrevio ante este Deriva, que se defendió, sin clase y tras mansear, que fue pitado en el arrastre.

 A Cotorra la cara no le tapaba la falta de remate y de caja que presentaba. Cumplió en ambas varas, dejándose pegar un castigo que apenas existió, y aun asi, salió excesivamente justo de fuerzas. Mucha exposición por parte de Fortes en un quite por gaoneras, con el viento que pegaba, y con el ajuste que las ejecutó. En banderillas anduvieron eficaces, les hizo hilo aunque sin gran codicia. La faena inició encadenando los muletazos, es decir, sin rematar cada uno volviendo a enganchar la embestida a la que repetía, además de ello anduvo muy fuera, vale que para ligar haya que quedarse al hilo, pero tan fuera enfada a la afición de Madrid, con razón. El animal, templado, nobletón, ciertamente insulso, embistió al pico de la muleta del alicantino a media altura, y el espada decidió calentar (a unos y a otros, cada cual se "calentó" a su modo) con unos circulares invertidos. Lo mejor vino al rematar las manoletinas con una preciosa trincherilla, despachando de media estocada en buen sitio tras dos pinchazos a este "Cotorra" que además de flojo y descastado, fue a menos. Pitos escuchó la res, y palmas el matador, que bien hiciese en no salir a recibirlas.

Humareda hizo su aparición con un bulto enorme en el costillar derecho, una posible cornada interna que se hinchase durante su estancia en el chiquero, y que no quiero pensar, estuviese patente durante el reconocimiento ante cinco veterinarios. Seria para echar el cierre. Poco y menos se empleó en su salida, en varas dormido, sobre un pitón, empujando algo en el puyazo bien rectificado. Fue a más en su celo con el peto, pero a más sin el palo encima. De hecho salió suelto enseguida en la segunda entrada. En el segundo tercio tiraba la cara por arriba, especialmente el izquierdo, trastabillando el expuesto par de Sánchez Araujo. Sobre las piernas y visto lo defensivo del morlaco, el de La Puebla lo pasó por bajo, en una lidia adecuada, con algunos pases de pitón a pitón al escuchar el sevillano el malestar de quienes querían pases y mas pases sin que los tuviese el toro, al menos sin dominarlo como trató de hacer, previamente. Pero ni el toro ni el malestar le hicieron continuar lidiando, es decir preparando al bicho para poder entrarlo a matar, porque la lidia parece que es querer quitarlo de en medio, estafa, engaño o sepa dios que...Asique cogió el estoque sin tenerlo preparado para ejecutar el volapié, y a paso de banderillas dejo media estocada en buen sitio, tras un pinchazo. Cierto es que necesitó ser mas podido y dominado, para poder matarlo mas dignamente, a este manso con genio, pero también es cierto que este público ávido exclusivamente de pases (sean como sean, si es ligados, el acabose) nos privó de contemplar la poderosa lidia que pudo haber continuado Morante, que escuchó una monumental bronca que no lograba del todo comprender.

Muy bajo de presencia el quinto, a pesar de la cara, Salió suelto de ambas varas, siendo poco castigado. Por chicuelinas volvió a quitar Fortes , rematando con una larga de rodillas, gran valor y disposición la del malagueño. Juan José Trujillo puso un buen par que precedió a un gran par, cuadrando en la cara, cuarteando la embestida que acortaba, y asomándose al balcón, no pudiendo salir andando, ya que hacía hilo el distraído "Venablo". Saludó montera en mano. La faena la inició el alicantino en terreno de las afueras, llevando bien los tiempos al toro pero muy despegado, templado pero sin bajar la mano, dividiendo en dos tiempos el muletazo, muy en redondo, estético pero carente de valores que son los que llenan en el toreo conforme el trasteo iba avanzando. Tras ir todo a menos, mató de estocada atravesada, ligeramente caída, saludando con división después, tras ser arrastrado el manso, soso y nada humillador quinto.

Engañoso cerraba festejo, Fortes recibió bonito, resolviendo además muy acertado, demostrando su gran capacidad para pensar en la misma cara del toro. El bicho apreta protestando en su primera entrada al jaco, que fue en el caballo que hacía puerta, siendo más que señalado en el segundo "puyazo", del que salió además suelto. Distraído y apretando a los adentros, frenándose por el derecho, se le vio ante los rehileteros. El ultimo tercio lo inició el malagueño saliéndose a las afueras, sin salir del tercio, allí continuó, dejando una serie ligada con quietud por el pitón derecho, por el que pasa a media altura, con nobleza, pero sin ser una embestida clara. Encimista anduvo por el izquierdo, ya metidos en tablas, sacando mucho valor, debiendo rematar ya, evitando la exposición que continuó desarrollando un trasteo ya mas que visto, un valor que se agradece pero que ni obtiene reconocimiento adecuado, ni es de recibo que pueda partirlo un toro, ante una labor de difícil reconocimiento, ya que el morlaco se defendia aplomado. Enfrontilado se despidió por manoletinas, ajustadas y en corto, despachando de media contraria, algo tendida, tras escuchar recado presidencial y pinchar en el lado contrario. Manso, a menos, defendiéndose este sexto. Saludos para el espada

Cartujanillo.



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